Andrzej Duda: el autócrata polaco ante la nueva coyuntura nacional
En la actual Polonia el presidente Andrzej Duda ha buscado instaurar un nuevo modelo autoritario. No obstante, con la reciente vuelta de Donald Tusk, el país se halla en una etapa de cohabitación.
Polonia es un país de Europa Oriental. Su historia está marcada por guerras e invasiones por parte de sus vecinos (Rusia y Alemania). Sin embargo, la historia política polaca del siglo XX está unida a México gracias al politólogo Giovanni Sartori quien catalogó a los dos países dentro de un modelo de partido hegemónico.
El término hace referencia a un sistema cuasidemocrático en el cual un partido ocupa las principales estructuras del Estado. El sistema de partidos está dominado por uno solo mientras que la oposición tiene un papel de legitimador del instituto mayoritario. Los países dentro de esta categoría celebran elecciones periódicas, pero no respetan el voto de las mayorías, aunado a que el Estado tiene tintes autoritarios y democráticos.
Si Sartori viviera y teorizara sobre México y Polonia, sin duda quedaría sorprendido de los retrocesos democráticos que ha tenido estos dos países durante el siglo XXI, tomando en cuenta que se democratizaron a finales del siglo XX. No obstante, el texto tiene el objetivo de explicar qué está pasando en Polonia, el crecimiento de la derecha y la hibridación del régimen.
Polonia, la transición autoritaria
A inicios de la década de los 90, Lech Wałęsa derrotó al Partido Popular Polaco, ligado al Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Walesa era un líder sindical de Solidaridad, organización que aglutinaba a los trabajadores del astillero de Gdańsk. Su ascenso en la política se debió a las demandas de los trabajadores por sindicatos independientes, sin embargo, Walesa logró convertir un movimiento sindical en una plataforma política.
El líder sindical durante los comicios de 1990 tendió puentes con organizaciones y aliados del comunismo para formar una coalición contra el oficialismo. De esta forma, logró llegar a la presidencia e implementó una serie de reformas para liberalizar el mercado, reducir el Estado e intentó descentralizar el poder. Gobernó de 1990 a 1995, pero debido a una crisis económica perdió el poder y la gente optó por la izquierda nuevamente.
Desde 1995 hasta 2015, el país vivió una serie de alternancias en la presidencia entre socialdemócratas y un ejecutivo independiente, aunado a la muerte de Lech Aleksander Kaczyński en un accidente de avión en el cual se señaló a Rusia de haberlo provocado. Estos eventos despertaron el nacionalismo y el sentimiento antirruso que los polacos tienen muy arraigado.
El actual mandatario Andrzej Duda pertenece al partido de derecha Ley y Justicia, el cual puede ser catalogado como un partido proteccionista, nacionalista y conservador. Dentro de su ideología se encuentra el nacionalismo económico, el nacionalismo polaco y últimamente ha estado marcado por el populismo. Desde que Duda asumió el poder en 2015, la división entre el partido y el Jefe de Estado se ha erosionado, el liderazgo se ha personalizado así como la dureza de sus políticas y la agenda que desgasta la democracia polaca.
Polonia desde el primer año de gobierno de Ley y Justicia ha estado inmersa en una crisis constitucional; el presidente se negó a tomarle protesta a los jueces del Tribunal Constitucional que había elegido el legislativo; el mandatario decidió nombrar a siete perfiles nuevos, lo cual generó polémica. La primera acción buscaba minar la independencia judicial polaca y con ello alinear al Poder Judicial con la presidencia.
En 2016, el presidente firmó la nueva ley del Tribunal Constitucional, estableciendo que cuatro jueces pueden vetar leyes o disposiciones. Asimismo, Duda juramentó a nuevos jueces afines a él en el Consejo de la Magistratura, órgano que se encarga de la disciplina judicial. Como si fuera poco, se elimina la facultad para declarar la constitucionalidad de las sentencias del tribunal y ahora corresponderá al Primer Ministro si éstas se publican o no.
Atacar y colonizar el Poder Judicial es una técnica de los regímenes autocráticos o autoritarios que han surgido en el siglo XXI. Ejemplos de ello lo hemos visto en El Salvador, Hungría, Turquía e Indonesia. Los tribunales constitucionales tienen la función de hacer cumplir y resguardar la Carta Magna, es por eso que para los líderes que buscan acumular poder las Cortes representan una barrera en su camino.
Por otro lado, en cuanto a la comunidad de la LGTBIQ+, el presidente Duda se ha mostrado en contra de ellos. Ha propuesto prohibir los matrimonios homosexuales y además ha prometido que evitará que las parejas homoparentales puedan adoptar. En sus discursos, ha comparado la ideología de género con el adoctrinamiento de la Unión Soviética. Además, impulsó que en la parte sur oriental del país se implementen las zonas “libres de ideología de género” esto implica una exclusión de la comunidad de la diversidad.
El mandatario polaco también se ha caracterizado por utilizar un discurso antiinmigrante y cuestionar las cuotas de asilados que la Unión Europea impulsa. Duda ha implementado una política de «Primero los polacos», similar a la de Donald Trump de America First. En tanto, Polonia se ha ido acercando a líderes autoritarios de la región como Viktor Orbán y también a formaciones políticas de la ultraderecha europea, manteniéndose a su vez alejado de Vladimir Putin debido al nacionalismo.
¿Polonia a la deriva?
Como podemos ver, Polonia pertenece a esta ola de nuevos autoritarismos que han surgido en todo el orbe. La retórica anti-derechos de la diversidad sexual, la erosión democrática, el interés por controlar al Poder Judicial y polarizar al país es la forma en la que el presidente Duda ha ganado adeptos y el respaldo en las urnas. Apostando por el nacionalismo polaco y el pasado mancillado por Rusia y Alemania que fungen como motor para avalar su liderazgo.
Sin embargo, tras las elecciones de 2023, el panorama se ha modificado, ya que por primera vez en ocho años el oficialismo no pudo formar gobierno. Si bien Ley y Justicia fue el partido más votado, obtuvo 212 asientos; mientras que la coalición opositora encabezada por Donald Tusk obtuvo 248 escaños. En un intento por mantener al gobierno unificado, Duda intentó designar a Mateusz Morawiecki, del mismo partido, para que fuera investido como premier, aunque no logró los apoyos necesarios.
El movimiento del presidente generó tensiones entre la oposición, debido a que una de las reglas en los sistemas parlamentarios es que la primera minoría puede formar gobierno por sí sola o negociando con otras fuerzas. El objetivo de Duda era dividir a la oposición, consiguiendo los votos que le faltaban, empero, la coalición se mostró unida y desecharon la propuesta. Entonces la coalición mayoritaria formó nuevo gobierno con Tusk a la cabeza y con esto se inauguró la etapa de cohabitación entre el primer ministro y el presidente.
El término de la cohabitación proviene de la política francesa y su sistema semipresidencial, concepto utilizado por Michel Debré, quien lo definió como la convivencia entre el partido mayoritario y las oposiciones, para lograr impulsar una agenda de Estado. En Polonia el ideal teórico sería la cohabitación para tender puentes entre el premier y el presidente, sin embargo, esto parece muy distante.
Polonia inició el 2024 con una crisis constitucional, ya que la policía ingresó al Palacio de gobierno con la orden de aprehender a Mariusz Kamiński y a su exviceministro Maciej Wąsik, que se habían refugiado en la residencia oficial del presidente para evitar su ingreso en prisión. Kamiński acusó al gobierno de Tusk de buscar revanchas y se autodeclaró el primer preso político. Entonces el presidente Duda emitió un mensaje televisivo en el cual dijo que hará todo para liberar a sus colaboradores.
La cohabitación se ve muy lejana, debido a la agenda nacionalista y ultraconservadora que Duda impulsa, frente al reformismo de Tusk que pretende acercarse al europeísmo. Entre las reformas destacan incrementar el presupuesto para la radio y televisión pública y recuperar la independencia judicial que Duda erosionó con los nombramientos de jueces cercanos a él.
En prospectiva, Polonia continuará por las tensiones y la parálisis debido a los proyectos de país divergentes que se hallan en disputa. El paso de Andrzej Duda por la historia polaca no ha sido en vano, sino que progresivamente se está convirtiendo en uno de los rostros del nuevo autoritarismo del siglo XXI.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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