El PS francés elige a su secretario en el contexto de la reforma de las pensiones
Los socialistas franceses elegirán el 19 de enero a su primer secretario. La elección se produce en el momento que el Gobierno de Macron pretender llevar a cabo una reforma de las pensiones.
El Partido Socialista francés (PS) tendrán que elegir entre Olivier Faure y Nicolas Mayer-Rossignol, un enfrentamiento marcado por las diferencias acerca del papel que ha de tener la formación socialdemócrata dentro de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES). La elección del primer secretario socialista se lleva a cabo en un momento en el que se debate en Francia acerca de la implementación de la reforma de las pensiones.
Primera vuelta: votación de los textos de orientación
El PS celebró el día 12 de enero la votación de los textos de orientación. A pesar de que tras la votación se desató una batalla de cifras entre las distintas tendencias del partido, al día siguiente se pudo confirmar que el texto del primer secretario saliente, Olivier Faure, ganó con el 49,15 % de los votos, por delante del de Nicolas Mayer-Rossignol (30,51 %) y el de Hélène Geoffroy (20,34%). La participación fue de alrededor del 56% de los miembros, unas 22.000 personas expresaron su voto.
Aunque no consiguió la mayoría absoluta, la aprobación del texto de Faure le aseguraría una mayoría en los órganos del partido y validaría su estrategia de alianza con insumisos (LFI), ecologistas (EELV) y comunistas (PCF).
Segunda vuelta: elección del primer secretario
Olivier Faure y Nicolas Mayer-Rossignol, el alcalde de la ciudad Ruan, se enfrentarán en una segunda vuelta del congreso del PS este jueves 19 de enero por el puesto de primer secretario. Es un enfrentamiento entre dos candidatos que defienden proyectos diferentes.
Por un lado, Faure fue uno de los principales impulsores de la NUPES y en el contexto de esta elección se ha mostrado partidario de mantener dicha alianza. Si bien las elecciones presidenciales de abril del 2022 significaron para los socialistas con la candidatura de Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, el peor resultado de su historia, las legislativas de junio bajo la NUPES propició que este partido mantuviese un grupo parlamentario y una treintena de diputados en la Asamblea Nacional.
Por otro lado, Mayer-Rossignol, defensor de una “tercera vía”, no está en contra de la NUPES, pero sostiene que el PS debe de ser la fuerza central. Esta visión crítica acerca de la NUPES también es compartida por Hélène Geoffroy, la candidata que en la primera vuelta quedó en tercer lugar y que ha llamado a votar por éste. El alcalde de Ruan cuenta también con el respaldo de la ya citada Hidalgo, de Michaël Delafosse (alcalde de Montpellier) o de Carole Delga (presidenta de la región de Occitania). Asimismo, uno de los últimos en afirmar que votará por Mayer-Rossignol ha sido el expresidente francés François Hollande, quien consideró que era la persona adecuada para “unir a los socialistas”. Ante las declaraciones de Hollande, el primer secretario saliente reaccionó diciendo las siguientes palabras: “dime quiénes son tus partidarios, te diré quién eres”.
La cuestión está en si el PS debe dirigirse hacia unas posiciones centristas dominadas por el macronismo u optar por nuevos rumbos que pasen por una agenda con un carácter más progresista. El jueves conoceremos el ganador de esta contienda y la ratificación se producirá durante el 80º congreso previsto del 27 al 29 de enero
La reforma de las pensiones
La pasada semana la primera ministra Élisabeth Borne presentaba el proyecto de la reforma de las pensiones en el que se incluía un aplazamiento de la edad legal de jubilación: aumentar de forma gradual que llevará la edad mínima de los 62 a los 64 años en 2030. La reforma es una promesa electoral del presidente Emmanuel Macron. En 2019 realizó su primer intento y por la pandemia en 2020 frenó la propuesta, aunque para las presidenciales de 2022 volvió a prometerlo.
El proyecto genera un fuerte rechazo, sobre todo entre la izquierda y la ultraderecha. Por ello, la izquierda en su conjunto ha llamado a las movilizaciones del 19 de enero junto a los sindicatos. La NUPES defiende en su acuerdo programático reducir la mayoría de edad a los 60 años. Además, comunistas y socialistas abogan por la presentación de una moción de referéndum en la Asamblea Nacional. Esta lucha que hoy une a las izquierdas contra el proyecto de la reforma de las pensiones podría verse debilitada en caso de que Faure fuese derrotado. En tanto, la ultraderecha francesa, en concreto Agrupación Nacional de Marine Le Pen, expresó su determinación por bloquear la reforma, pero no tiene intención de manifestarse el jueves 19.
Entre la mayoría de los franceses, esta es una medida impopular. La encuesta de Ifop muestra que el 68% de los encuestados está en contra de la reforma de las pensiones, es decir, se rechaza masivamente la postergación de la mayoría de edad de 62 a 64 años. De acuerdo con Eurostat, hay que tener en cuenta que sólo el 57% de los franceses trabaja en la franja de edad de entre 55 y 64 años, mientras que en Alemania es el 74%, en Suecia el 83% o en España el 63%. Con esto, quiero decir que se puede entender mejor el porqué en Francia existe esa fuerte oposición a retrasar la edad de jubilación.
Respecto al tema de las movilizaciones, en la encuesta de Ifop se apunta que solamente el 51% apoya la movilización social del día 19, una cifra inferior a la de septiembre de 2022 (56%) y muy similar a la que había hace dos años. Pese a que hay oposición a dicho proyecto, el nivel de apoyo a la movilización es inferior, debido a que el 68% cree que la reforma de pensiones se va a aplicar.
El Ejecutivo francés tiene el apoyo para esta reforma de Los Republicanos en la Asamblea Nacional. La formación conservadora, que tiene la llave para la aprobación en el Parlamento, está satisfecha por haber sido escuchada por el Gobierno en relación a la modificación de varios puntos. En todo caso, Borne no ha excluido la posibilidad de utilizar el artículo 49.3 de la Constitución que permite adoptar un texto sin votación de la Asamblea. Tal recurso generaría un rechazo aún mayor por parte de los franceses y reforzaría las acusaciones de “golpe de fuerza”. Aunque el precio político que se pague sea importante, Macron se encuentra en su último mandato presidencial. En este punto es preciso hablar de la expresión “pato cojo” que se utiliza en Estados Unidos para referirse a ese presidente que está en su segundo mandato, no puede buscar la reelección, y considera que cuenta con mayor libertad para tomar medidas impopulares. Si bien en 2027 Macron ya no será presidente, habrá que ver las repercusiones políticas que va tener para el macronismo en las próximas elecciones presidenciales.