El tercer partido en Estados Unidos
Estados Unidos celebrará sus próximas elecciones presidenciales en 2024. En un escenario que se prevé de máxima igualdad, hay que atender a la incidencia de los terceros partidos.
El presidente Joe Biden confirmó que buscará la reelección en 2024. Su candidatura por los demócratas parece más que asegurada, aunque antes de su formalización tendrá que pasar por las primarias del partido, que se consideran de baja intensidad al enfrentarse a un par de aspirantes con pocas posibilidades (Marianne Williamson y Robert F. Kennedy Jr). Por el lado republicano, no existe tanta claridad sobre quién será su candidato, ya que hasta el momento se han presentado a estas primarias más de una decena de candidatos, concentrándose las miradas principalmente en el expresidente Donald Trump y el gobernador de Florida Ron DeSantis. De esta forma, en 2024 se podría repetir el mismo duelo que hubo en 2020 y que enfrentó a Biden contra Trump.
La reelección de Biden por ahora no está asegurada, así que el escenario de las elecciones presidenciales de 2024 se prevé que sea de una gran igualdad. Ante esto, un ligero desvío en el voto que recale en un candidato de un tercer partido es un factor a tener en cuenta. No es que consiga opacar al candidato demócrata y republicano, pero sí puede quitar voto en algún estado en el que el ganador se decida por un margen pequeño (de votos). En el presente artículo repaso algunos partidos que han mostrado su intención de presentarse a tales comicios y posteriormente hablo de la incidencia que han tenido históricamente.
Forward Party
A finales de 2021 el excandidato presidencial demócrata Andrew Yang dejó el Partido Demócrata, pasando a ser independiente. Además, anunció la conversión de su plataforma Forward Party en un comité de acción política (PAC) que buscaría el reconocimiento como partido político.
Yang no sólo se había presentado a las primarias presidenciales de 2020 del Partido Demócrata, sino que también se presentó a las primarias de este mismo partido a la alcaldía de Nueva York. Aunque en ambos casos tuvo un muy bajo desempeño, las encuestas en las últimas mencionadas lo situaban entre los favoritos y finalmente fue el candidato que recibió menos votos.
Así, el pasado julio el Forward Party de Yang se fusionó con los movimientos Renew America y Serve America, los cuales contaban entre sus filas con antiguos demócratas y republicanos como con independientes, y pasó a llamarse Forward ("Adelante"). Esta formación, que se encuentra copresidida por el propio Yang y la exgobernadora republicana de Nueva Jersey Christine Todd Whitman, tiene como objetivo aspirar a ser el tercer partido del sistema político estadounidense, dominado por el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Pretenden ser vistos como una alternativa contra la polarización. Más allá de esto, el partido todavía no cuenta con políticas muy concretas.
Algunos demócratas han criticado a dicha formación porque en una futura elección podría provocar una división del voto que beneficiaría principalmente a los republicanos. No obstante, pese a que la idea de Forward es constituirse a finales de 2023 en unos 30 estados, los dirigentes del partido en un principio no tienen pensado presentarse a las elecciones presidenciales de 2024.
No Labels
El grupo bipartidista No Labels, que fue fundado por la ex recaudadora de fondos demócrata Nancy Jacobson, ha mostrado su intención de nominar un tercer candidato de cara a las próximas presidenciales. Desde dicha organización, han alegado que su participación será necesaria en caso de que los demócratas y los republicanos nominen a candidatos que no atraigan al electorado centrista. De este modo, descartarían en el momento actual tanto a Biden como Trump, puesto que consideran que son dos figuras que no gustan a una gran parte de los votantes estadounidenses.
Entre los nombres que se han sondeado destaca el del senador Joe Manchin, un demócrata de Virginia Occidental perteneciente al ala conservadora. Igualmente, han sonado los nombre de la senadora Kyrsten Sinema, una independiente de Arizona, o el del exgobernador de Maryland Larry Hogan, un republicano.
Este proyecto contaría con una financiación de unos 70 millones de dólares y ha sido descrito por Jacobson como una “póliza de seguro para 2024” que se llevaría a cabo si los dos principales partidos de Estados Unidos nominan a candidatos que los votantes no apoyan. En abril de 2024 en Dallas (Texas) se celebraría la convención de No Labels con el fin de concretar tal candidatura. Eso sí, aunque su intención es lograr tener acceso a las urnas en todos los estados del país, actualmente sólo lo han conseguido en Arizona, Alaska, Colorado y Oregón.
Las críticas no se han hecho esperar, procediendo también de ex miembros de la organización. Se les ha reprochado que equiparen la presidencia de Trump con la de Biden, y que una candidatura propia perjudicaría sobre todo a los demócratas. Además, se les achaca que no son del todo honestos con la procedencia de la financiación recibida.
Partido del Pueblo
En tanto, una candidatura presidencial de un tercer partido que ya se ha confirmado para competir en 2024 es la de Cornel West, un filósofo y activista político, por el izquierdista Partido del Pueblo (People's Party). West dijo que su postulación busca acabar con la pobreza o el colapso ecológico, a la vez que la garantización de vivienda, atención médica, educación y salarios dignos para todos.
El Partido del Pueblo fue fundado en 2017 por Nick Brana, quien trabajó en la campaña de Bernie Sanders para la nominación presidencial por el Partido Demócrata en 2016. Brana buscó reclutar al senador por el estado de Vermont, pero éste rechazó la propuesta y volvió a postularse en 2020 para la nominación demócrata.
Ahora, con West como candidato, el Partido del Pueblo participará por primera vez en unos comicios presidenciales. Sin embargo, la expectativa de victoria de dicha candidatura es muy baja y en cualquier caso el único efecto que puede tener es el de quitar votos al Partido Demócrata.
¿Es viable una tercera opción política?
En Estados Unidos los partidos que han intentado ser la tercera opción política a nivel nacional han contado con un éxito limitado. Aquí tiene mucho que ver la famosa ley de Duverger, que afirma que los sistemas mayoritarios, como el estadounidense, tienden al bipartidismo. Así, la teoría desarrollada por el politólogo Maurice Duverger apunta que en aquellos sistemas bipartidistas los votantes no suelen optar por candidatos de terceros partidos, ya que lo más probable es que ese voto se pierda.
Históricamente, los intentos de los terceros partidos en Estados Unidos han resultado fallidos, pero en algunos casos han conseguido tener un importante impacto en las elecciones presidenciales al cambiar la trayectoria de una parte del voto. Entonces el desempeño de la candidatura del independiente Ross Perot en 1992, por ejemplo, con los casi 20 millones de votos obtenidos imposibilitó que George H. W. Bush fuese reelegido. Otro ejemplo citado por varios analistas políticos es el de Ralph Nader del Partido Verde en las elecciones del año 2000, ya que su postulación contribuyó en parte a la derrota de Al Gore ante George W. Bush. Igualmente, hay que remarcar que la postulación de un candidato de un tercer partido puede desequilibrar la balanza, pero no se puede entender como el único elemento explicativo a la hora de hablar de ciertas derrotas.
Trasladándonos al panorama actual, una encuesta de The Economist/YouGov del 2022 preguntó sobre este tema. El 39% de los encuestados indicó que era necesario un tercer partido, incrementándose ese porcentaje entre aquellos que se identifican menos con los demócratas (62%) y los republicanos (50%) como entre los independientes (50%).
En cambio, sólo el 31% ha votado alguna vez por un candidato independiente o perteneciente a terceros partidos frente al 58% que respondió que "No". Respecto a la pregunta sobre la intención a votar por un candidato de un tercer partido, los porcentajes a favor aumentaron. Casi la mitad de los votantes estadounidenses (46%) consideraría esta opción.
En líneas generales, los demócratas y los republicanos siguen predominando el tablero político de Estados Unidos. No obstante, en el contexto presidencial de 2024 parece que los candidatos de los terceros partidos podrían perjudicar sobre todo a la candidatura de Joe Biden. Al final las candidaturas mencionadas en el artículo se encuentran o en posiciones centristas o izquierdistas, por lo que no afecta tanto al Partido Republicano, el cual en los últimos años se ha movido hacia posiciones más de derechas. Por tanto, aunque reúnan un porcentaje de voto exiguo, se ha de hablar de los terceros partidos y más cuando las elecciones presidenciales de 2024 pueden llegar a ser muy reñidas.