El terrorismo en Europa se reactiva de mano del yihadismo
El terrorismo se ha reactivado tras varios años de estancamiento. Pero, ¿qué ha ocurrido? ¿Por qué Europa pudo desactivar este tipo de terrorismo y ahora volvió y es tan complejo “vencerles”?
Es probable que «terrorismo» sea una de las palabras con menos valor en la actualidad dentro de su significado. Hoy en día, aquello relacionado con este término está siendo usado para hablar sobre ciertos fenómenos que nada tienen que ver con lo que realmente es el terrorismo. En este artículo resolveremos las siguientes cuestiones que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en terrorismo y el momento actual del mismo.
¿Qué es el terrorismo? ¿Y el yihadismo?
Uno de los debates más complejos ha girado en torno a definir el término «terrorismo». La necesidad de definir el terrorismo ha sido y es una de necesidad derivada fundamentalmente de las nuevas formas y medios con que la violencia organizada causa terror en la sociedad contemporánea desde hace ya algunos decenios.
El concepto de terrorismo, según organizaciones internacionales, entre otras, marcan las siguientes características:
El terrorismo, ante todo, es un atentado contra los derechos fundamentales de la persona humana (hablando de libertad, vida, propiedad, etc.)
La especificidad del terrorismo está sin duda, aunque sea una obviedad, en que se trata de acciones humanas que producen terror.
La especificidad del terrorismo es también cuestión de tiempo. El concepto se ha de determinar en relación con un dato, la cantidad de tiempo en que permanecen aterrorizadas una cantidad de personas. Por ejemplo, un individuo asalta un colegio y tiene secuestrados a unos alumnos e incluso llega a asesinar a algunos. Tras esta acción delictiva, evidentemente, causa el terror, pero ¿es eso terrorismo? Según esta característica, el «terror terrorista» es aquel que tiene una permanencia en el tiempo, es decir, no puede reducirse a un acto aislado.
Después de marcar estas características podemos afirmar que el terrorismo abarca toda una serie de complejas amenazas y acciones que crean el terror en una gran parte de la población durante un tiempo definido y prolongado de tiempo.
Si entramos a hablar del yihadismo, podemos encontrar que es una rama del terrorismo. El yihadismo hace referencia a la palabra yihad, que es “guerra santa” y este término también se ha malinterpretado del origen inicial de la palabra. La yihad es un principio del islam que describe la voluntad ética y religiosa de los musulmanes para buscar el bien y alejarse del mal, pero se ha interpretado erróneamente como esa “guerra santa”. Para la gran mayoría de musulmanes no significa la lucha contra enemigos externos, sino la que tiene lugar hacia adentro y contra uno mismo.
Los musulmanes, de la rama suní, consideran que se puede hacer esta yihad de cuatro formas: con el corazón, de manera espiritual, con la lengua, en el sentido del lenguaje, con la mano, contra falsas creencias, o con la espada, contra actos injusto. También hay que destacar que el Corán solo permite la fuerza en legítima defensa y no contra civiles, por lo que encontramos que la yihad o la “guerra santa” de los yihadistas es una versión de este libro sagrado algo tergiversada.
El sistema NAA, ¿qué es?
Europa cuenta con un Plan de Prevención y Protección Antiterrorista (PPPA). Este plan se sustenta en unos niveles de alerta antiterrorista, estos se enumeran por color y por número.
Los Niveles de Alerta Antiterrorista (NAA) fueron introducidos en España por primera vez por el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista de 9 de marzo del 2005 como consecuencia de los atentados ocurridos en Madrid del 11 de marzo del 2004. Este primer plan establecía tres niveles.
Las medidas del plan estarían dirigidas a la protección de objetivos como, instalaciones, redes, sistemas y equipos físicos en las que descansa el funcionamiento de los servicios públicos de cualquier país europeo, los centros, organismos públicos y cualquier tipo de construcción que su daño suponga la degradación del lugar en el que ocurra.
La clasificación prevista en este plan cuenta con cinco niveles de activación asociados a un determinado nivel de riesgo: el nivel 1 corresponde a riesgo bajo, el nivel 2 a riesgo moderado, el nivel 3 a riesgo medio, el nivel 4 a riesgo alto y el nivel 5 a riesgo muy alto. Los colores de estos niveles son el verde, el amarillo, el naranja, el rojo y el negro, respectivamente.
La activación de cada NAA compete al ministro del Interior de cada país y depende de la valoración de un comité de expertos sobre las amenazas y otras circunstancias asociadas a la misma. También tiene que ver en el nivel de vulnerabilidad de los potenciales objetivos de ataque y su posible impacto o repercusión.
¿Cuál fue el inicio del yihadismo en Europa?
El periódico El Mundo se hacía eco, hace unas pocas semanas, de una noticia que marcó el final e inicio de año en Europa: “Francia eleva la alerta por atentado tras el asesinato de un profesor a manos de un islamista al norte del país”. Así, los analistas ya están alertando de las nuevas formas que está adoptando el terrorismo yihadista durante estos últimos años, formas todavía más escurridizas y con mayor capacidad de éxito que la de estos últimos años.
¿Cómo logró frenar Europa a la amenaza yihadista que estaba asolando el continente hace no más de quince años? Pues, en el viejo continente se estaba acostumbrado a otro tipo de terrorismo, a uno de corte nacionalista y político, como podía ser ETA en España o el IRA en Irlanda. Algunos de los combatientes yihadistas comenzaron a llegar al continente en los años 80, y no tardaron demasiado en comenzar a extender sus redes con grupos más grandes, como el Grupo Islamista Argelino o Al-Qaeda. Europa, desde ese momento, se empezó a convertir en un nido importante de este movimiento.
En un primer momento, aquellas redes lideradas por Al-Qaeda estaban organizadas de manera jerárquica. Sin embargo, después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, Osama bin Laden tomó la decisión de cambiar por completo aquella estructura. Todas las redes se convirtieron en descentralizadas, para que, si caía el mando de Al-Qaeda, no cayera de manera completa el movimiento, de la misma manera, se haría mucho más complejo rastrear y contrarrestar a los yihadistas. En consecuencia, Europa experimentó un importante aumento de operaciones antiterroristas que desarticularon algunas células. Por ejemplo, en enero de 2003 en Italia se desarticularon dos pequeñas células yihadistas y, en ese mismo año, en España, tuvo lugar la famosa Operación Lago en varios puntos de Cataluña, lo que llevó a la desarticulación de una célula argelina de tamaño mediano.
El punto de inflexión en Europa en cuanto a la gravedad de lo que estaba ocurriendo con estas células terroristas llegó el 11 de marzo de 2004, cuando en Madrid, una célula yihadista puso diez bombas plantadas en diferentes tramos del transporte público, el ataque se saldó con 193 fallecidos y más de dos mil heridos. El nivel de alerta aumentó en todos los países del Viejo Continente y desarticularon en 2008 otra célula que planeaba atacar el metro de Barcelona en enero de 2008. Sin embargo, pese a todo, en 2014 nos encontraríamos con una noticia que llevaría la actividad yihadista en Europa a niveles sin igual, la BBC publicó: “Los rebeldes del ISIS declaran el Estado Islámico en Siria e Iraq”. Este fue el punto álgido y desde aquí se expandió por todo el planeta, y en Europa pegó especialmente fuerte.
¿Por qué decimos que se ha reactivado el yihadismo?
Desde el ataque de Hamás en el Sabat durante el festival de música, todos los países de mayoría islámica decidieron cerrarse en banda. Al-Qaeda, a su vez, como el ISIS llamó a una yihad global. Pero, ¿qué significa eso?
Pues, tras el atentado de Hamás, Al-Qaeda aplaudió la acción y aprovechó para hacer un llamamiento al ataque de objetivos americanos en Oriente Medio, en especial en las principales ciudades de los países en las principales ciudades de los países que firmaron los acuerdos de Abraham.
El ISIS, por su parte, no felicitó en ningún momento a Hamás, y siguió criticándoles por su grupo de influencias en Irán. No obstante, sí aprovechó para publicar un listado de objetivos judíos a perseguir en cualquier parte del mundo. Sea como sea, tanto si esto es una llamada a la yihad global o solamente una llamada a la violencia dirigida, esta ya ha tenido repercusiones.
En Egipto un policía mató a dos turistas israelíes y un guía egipcio, un empleado de la embajada de Israel en China fue apuñalado, y un hombre armado mató a dos ciudadanos suecos en pleno centro de Bruselas, siendo abatido por la policía. Estos son solo unos ejemplos de los últimos acontecimientos que se están viviendo tras esta llamada de los dos grupos terroristas.
Por otro lado, Europa no es ajena a esto que está ocurriendo. La detención de un islamista que planeaba un atentado terrorista contra Israel en una de las manifestaciones pro-Israel que se convocaron en Alemania iba a llevar la firma del ISIS, tal y como se filtró a los medios tras la detención.
Dichos ataques que están apareciendo en Europa vienen de un sujeto al que los analistas les gusta llamarles como “Lobo Solitario”, no es solo por que actúen con un grupo muy reducido de personas o, incluso, solo, sino porque no necesita de una figura de autoridad para poder comenzar el proceso de radicalización, él mismo lo hace consumiendo propaganda del Estado Islámico, escuchando anasheed o leyendo las escrituras que, dentro de ellos mismos, la radicalizan. De acuerdo con los datos que nos ofrece la Europol, el 85% de todos los atentados a partir de 2015 fueron perpetrados, en Europa, por estos “Lobos Solitarios”.
¿Es un peligro real el yihadismo en Europa?
Hoy en día, tras la descentralización y la creación de estos nuevos terroristas que se radicalizaron solos, Europa vive uno de los momentos críticos de su historia frente a esta amenaza. El yihadismo en Europa no tiene contacto con células terroristas de Oriente, por lo que es mucho más difícil su detección, además de que pueden atacar con herramientas normales que no levantan sospechas, como, por ejemplo, cuchillos. Tal cuestión supone un dolor de cabeza para todas las agencias de seguridad nacionales de Occidente.
España, en la actualidad, sigue el rastro de, al menos, 300 potenciales “Lobos Solitarios”. Y cada día hay operaciones para poder conseguir la disolución de pequeñas células para conseguir tirar del hilo y llegar a otras células que están, aun, escondidas y desarticular toda la “línea roja” de terrorismo yihadista.
Terrorismo de ultraderecha, el auge de la islamofobia
El término ultraderecha es relativamente moderno. El nacimiento de estos movimientos se da en contextos muy diferentes a los actuales. Principalmente en lugares donde el apoyo y sentimiento de un alto porcentaje de la población presentaba la misma ideología. Es así como por ejemplo surge el Ku Klux Klan fundado en 1865 (mismo año en que fue prohibida la esclavitud en Estados Unidos), que llegó a alcanzar aproximadamente los cinco millones de miembros en 1920, en un entorno donde las ideas de la superioridad de la raza blanca, del cristianismo y del nativismo, no eran significativamente diferentes a las expuestas por la mayoría protestante blanca de esa primera mitad del siglo XX.
Hay que comentar que la ultraderecha violenta rara vez atrae a más de una pequeña facción de la población, estratos que no siempre se hacen visibles ante terceros y cuya obtención de membresía puede implicar sortear férreas pruebas de voluntad respecto a la causa del grupo, y las ideas de supremacismo, especialmente las basadas en el racismo biológico son generalmente marginadas y reprobadas.
Es fundamental diferenciar entre terrorismo, violencia política y crímenes de odio, pues no siempre los límites aparecen claros. Así mismo, multitud de autores engloban el uso de la violencia en el marco del concepto de extremismo en lugar de terrorismo. Es, en ocasiones, la intensidad del ataque lo que lleva a utilizar una u otra expresión. Pero los efectos de esta categorización son fundamentales para la determinación de los medios de afrontamiento y la protección y reconocimiento de las víctimas.
La crisis económica, o los atentados yihadistas, a título de ejemplo, ofrecen cobertura a su discurso contra musulmanes o inmigrantes. Los atentados de París, en enero de 2015, son un claro ejemplo de cómo un hecho es utilizado, y además genera efectos directos, como es el incremento de actos de xenofobia, racismo o islamofobia, aumentando el apoyo de amplios sectores de la sociedad a sus mensajes. Esta situación se está observando en la actualidad con el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA).
Como resultado, se han producido en el último tiempo diferentes redadas a grupos de este calibre. En Alemania se detuvo a veinticinco ultraderechistas que planeaban atentar contra el Estado, en esta detención se encontró que fue detenida la jueza y ex diputada del partido Alternativa para Alemania (AfD), Birgit Malsack-Winkemann. Este grupo buscaba derribar el orden estatal existente, del que estaban en desacuerdo por sus medidas por la entrada de refugiados al país, para imponer su propia forma de gobierno.
Otra noticia fue que Eurojust y Europol apoyaron a las autoridades de Bélgica, Croacia, Alemania, Lituania, Rumanía e Italia en una operación internacional en la que se detuvieron a cinco sospechosos y se interrogaron a siete individuos de diferentes países, todos ellos portando armas y datos falsos sobre su persona. Los sospechosos, supuestamente, pertenecen a una organización de derecha que utilizan una plataforma online para actividades relacionadas con el terrorismo, incluida la propaganda extremista violenta, el reclutamiento activo de nuevos miembros, cada vez más jóvenes, y el acceso a armas.
Es por esto por lo que encontramos también un terrorismo, muy vinculado con el yihadista, ya que hay grupos, extremadamente peligrosos, que buscan el fin de las personas que comparten religión, costumbres o, simplemente, para ellos, características en común a nivel físico con los perpetradores de ataques en nombre del Islam.
Firma invitada - Manuel Kerr. Historiador por la Universidad de Vigo. Máster en geoestrategia y terrorismo islámico. Sigue la actualidad de Oriente y el este de Europa.
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