Frente Amplio por México: entre elecciones primarias, encuestas y votaciones
Los partidos han adelantado sus procesos para elegir candidaturas presidenciales, violando la ley electoral. En este caso se analiza las elecciones primarias del Frente Amplio por México.
La oposición mexicana también ha definido su metodología para nombrar al futuro candidato presidencial en 2024. Las particularidades de éste lo hacen ver como una elección primaria, ya que 12 personas buscarán liderar a la oposición.
El método tiene elementos de elecciones primarias como los debates y votaciones cerradas. Además de la recolección de firmas, se han incluido las encuestas como parte del proceso para seleccionar candidatos.
Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México
Los tiempos electorales se adelantaron y la oposición no quiere quedar fuera de la competencia de 2024. La coalición Va por México anunció el 26 de junio, su método para elegir al Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México. Antes del anuncio, había cerca de 26 aspirantes que pretendían competir por la candidatura presidencial.
El método de selección por parte de la oposición consiste en que habrá dos entidades que supervisarán el proceso:
Comité organizador: integrado por 13 personas, 7 de la sociedad civil y con amplio conocimiento de temas electorales y 2 representantes por cada uno de los partidos que integran la alianza. Ellos se encargarán de vigilar que las fases del proceso se cumplan, haya una contienda limpia y validarán los resultados finales.
Observatorio ciudadano: se encargará de vigilar la contienda interna. Se prevé que se inviten a observadores internacionales.
A diferencia del proceso del oficialismo, la oposición estableció dos entes que supervisen la celebración del proceso. Luego se establecieron 3 etapas:
Etapa 1:
a) El registro ante el Comité organizador de las y los aspirantes.
b) Si cumplen con los requisitos deberán reunir 150 mil firmas de la sociedad, para validar que son personajes populares y con respaldo.
c) Las y los aspirantes participarán en un primer debate para contrastar ideas y proyectos de gobierno.
Etapa 2:
d) Se realizará un sondeo de opinión, o encuesta, del cual solo se elegirán 3 personas.
e) Luego, se organizarán 5 foros en todo el país para que los 3 aspirantes debatan.
Etapa 3:
f) Se realizará un segundo sondeo para definir al perfil más competitivo que tendrá un valor de 50%.
g) El otro 50% se obtendrá a través de una votación por parte de las personas que se hayan registrado. Así se definirá al Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México.
Hasta el día del anuncio, 30 personas habían levantado la mano para competir y encabezar a la oposición. Sin embargo, tras la difusión del método, un poco más de la mitad de los aspirantes decidieron no participar, entre ellos:
PAN: el senador Damián Zepeda; la senadora Lilly Téllez; Mauricio Vila gobernador de Yucatán; y Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro.
PRI: la senadora Claudia Ruiz-Massieu; el senador Miguel Ángel Osorio Chong, quienes renunciaron al partido tricolor; Alejandro Moreno, presidente del PRI; José Ángel Gurría, ex secretario de Estado; Idelfonso Guajardo, ex titular de Economía; y el exgobernador de Oaxaca Alejandro Murat.
Independientes: el ex presidente de la COPARMEX Gustavo de Hoyos; el ex perredista Demetrio Sodi.
La razón fue que consideraron que el método no garantizaba una contienda limpia, ni brindaba las condiciones de equidad para competir por la candidatura, sin que la estructura de los partidos mermase sus aspiraciones. Son las formaciones políticas, como lo estableció Maurice Duverger en Los Partidos Políticos, las únicas figuras que garantizan una competencia por el poder.
Entre el 7 y 10 de julio, se celebraron los registros de aspirantes de los cuales se registraron: 7 miembros de la sociedad civil, 2 priístas, 6 panistas y 2 perredistas. No obstante, cuando el Comité Organizador validó la documentación solo cumplieron:
Por parte de Acción Nacional, el diputado Gabriel Quadri, que después declinó su candidatura; la senadora Xóchitl Gálvez; los exgobernadores Francisco Cabeza de Vaca e Ignacio Loyola; el exsenador Jorge Luis Preciado y el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel. Del PRI: solo quedaron la senadora Beatriz Paredes y el ex secretario de Turismo Enrique de la Madrid. Mientras, del PRD se mantuvieron el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, y el senador Miguel Ángel Mancera.
Finalmente, por parte de la sociedad civil solo quedaron: José Enrique Hernández Félix; el activista por los niños con cáncer Israel Rivas, y Sergio Iván Torres Bravo. Ellos deberán conseguir las 150 mil firmas para pasar a la siguiente fase.
Viejos partidos, ¿nuevo método?
Para la Ciencia Política mexicana es difícil catalogar estos hechos debido a que las elecciones primarias nunca se han practicado en vísperas de una contienda presidencial.
Los partidos mexicanos han organizado internas, para seleccionar a sus candidatos presidenciales, por ejemplo, el PAN lo tiene establecido en sus estatutos; los estatutos del PRI dicen que hay 3 métodos (convención de delegados, encuestas abiertas o una Comisión para postular candidatos); Morena organiza encuestas; y solo el Movimiento Ciudadano establece que pueden realizarse elecciones primarias o algún otro método que establezca la convocatoria
La historia de los partidos políticos ha estado marcada por precandidaturas únicas, declinaciones y desacuerdos. En general, la designación de candidaturas se ha caracterizado por la falta de transparencia o por acuerdos cupulares. El PRI durante 70 años de gobiernos hegemónicos utilizó la facultad metaconstitucional del presidente para designar a su sucesor, mejor conocido como dedazo.
Durante la transición, el Partido Acción Nacional celebró elecciones internas para definir a su virtual candidatura a la presidencia en 2005 y 2011. Históricamente el partido ha utilizado éste método para que el proceso sea transparente y competitivo, es lo más cercano a unas primarias, ya que al tener un ganador, todos los aspirantes y militancia cierran filas en torno a la persona.
Por otro lado, el Partido de la Revolución Democrática tiene plasmado en sus estatutos que para la selección de candidaturas a cargos de elección popular se realiza una votación directa, secreta y solo participa la militancia inscrita en la Lista Nominal de Electores de ese partido.
A diferencia de estos partidos, Morena realiza encuestas para seleccionar candidatos. En 2018 no fue posible porque Andrés Manuel López Obrador fue precandidato único, pero ahora esta formación podrá celebrar una elección interna competida con diversos candidatos. Recordemos que este es un partido personalista, el cual fue fundado por López Obrador para lograr alcanzar el poder. A pesar de que ha ganado diversas gubernaturas y escaños a nivel local y federal, el instituto no cuenta con vida propia. La marca del presidente es lo que le ha dotado de grandes triunfos. Sin embargo, desde que se anunció el proceso para elegir la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, ha habido una lucha encarnizada entre sus dos principales aspirantes, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
Por último, los estatutos de Movimiento Ciudadano establecen que se celebrarán elecciones primarias para elegir su candidatura presidencial. Es necesario recordar que el partido naranja, no ha competido solo, en 2018 lo hizo en coalición junto al PAN y PRD. Empero, su líder nacional, Dante Delgado, ha dicho que diciembre designarán a su propio candidato presidencial, sin violar los tiempos electorales.
Como se puede apreciar, los partidos cuentan con algunos métodos para seleccionar candidaturas, pero esto no es sinónimo de que sean transparentes o haya participación de las bases. El actual momento político, en el que ambas coaliciones están compitiendo por designar las candidaturas presidenciales antes del proceso electoral, ha generado un parteaguas en la historia política.
No solo por la violación a la ley electoral, sino que la crisis de los partidos los ha obligado a celebrar procesos que incentiven la participación de su militancia y la ciudadanía. Por un lado, se han dado cuenta que la sociedad pide involucrarse y participar en la selección de candidaturas, pero también se debe mencionar que los institutos políticos han sido omisos a los llamados de atención cuando se postulan perfiles que pertenecen a la élite política o que tienen historiales obscuros.
Conclusiones
Para cerrar este texto quiero dejar al lector tres elementos que han ido dando forma al contexto político mexicano en los últimos meses:
Tras la victoria de Morena en 2018, la oposición no ha logrado conectar con la ciudadanía, ni reconstruir un discurso que genere emoción y por ende los haga competitivos. La coalición PRI-PAN-PRD debió buscar un método que generara entusiasmo y lógica donde la gente pueda participar y se sienta parte de la toma de decisiones.
Ante la falta de una agenda propia y proyecto, es necesario reconocer que han recurrido a la política de los sentimientos, cayendo en la polarización y en el juego del Ejecutivo. Desde que una de las aspirantes se inscribió a la contienda primaria, el presidente López Obrador no ha dejado de atacar, así como las denominadas “corcholatas”. Las descalificaciones han tensado el ambiente en defensa de la senadora Xóchitl Gálvez, quien aparece en algunos sondeos como la más popular para encabezar la alianza.
Hasta cierto punto, el método ha surtido efecto, posicionándose como una de las principales adversarios del oficialismo. Durante los cinco años de gobierno, la oposición tuvo apariciones pírricas en su papel en el Congreso, pero nunca a nivel nacional desde que se implementaron estas elecciones primarias.
El presidente López Obrador al haber adelantado los tiempos de la sucesión ha ido perdiendo poco a poco el control de la opinión pública. Asimismo, el principal impulsor de las descalificaciones contra la senadora, pero también se ha convertido en su impulsor de campaña. Hace algunos meses, los politólogos considerábamos que las elecciones de 2024 no serían competidas entre la oposición y el oficialismo, pero hoy el panorama ha cambiado.
Lo cierto es que los contendientes para abanderar la coalición Juntos Haremos Historia son 6, pero solo 3 tienen posibilidades reales. Sin embargo, éstos no han logrado generar el carisma suficiente para alejarse de la tutela del presidente. La ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien figura como la favorita para abanderar al oficialismo, se ha convertido en una imitación del presidente en cuanto a su forma de hablar y descalificar opositores.
Mientras que el excanciller Marcelo Ebrard ha adoptado una posición dura en la que se ha confrontado con Claudia Sheinbaum con la que ha buscado debatir. Esto le ha ganado críticas y extrañamientos de su líder nacional, Mario Delgado, para evitar que se rompa la unidad o haya polarización dentro del partido. Finalmente, el tercer aspirante es el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien ha optado por un discurso más confrontativo con el empresariado y sus opositores.
Posiblemente, la disputa por la presidencia en 2024 se dará por primera vez entre dos mujeres, ya que no se toma en cuenta a Movimiento Ciudadano al no haber definido candidaturas todavía. Sería un hecho inédito para un país que ha estado marcado por el machismo y el establecimiento de barreras para que las mujeres puedan acceder a los altos cargos.
Si este panorama se configura, habrá mucho material para analizar desde cómo las candidatas hacen campaña o análisis de discursos hasta quien logre alcanzar la presidencia. Sobre todo para concluir, quisiera dejar al lector una frase de la célebre excanciller alemana, Angela Merkel, cuando contendió por primera vez en las elecciones para jefa de Gobierno en 2005 y declaró: “si me eligen el hecho de ser mujer, me están reduciendo a mi género y no realmente por lo que sé o puedo hacer”.
La frase me parece relevante porque en México se dice mucho que “el país está listo para que una mujer lo gobierne” y llevar el debate a un argumento de este nivel eclipsa las propuestas y programas que puedan presentar durante las campañas. No se trata del tiempo o del momento, sino de la capacidad para atender los problemas del país.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
Aquellos interesados que cuenten con una perspectiva politológica o sociológica y quieran colaborar en esta newsletter con la publicación de artículos relacionados con la actualidad política, pueden ponerse en contacto con nuestro equipo: politicxcontacto@gmail.com.