La caída de Pedro Castillo
Análisis de la crisis política acaecida en Perú que acabó con la destitución de Pedro Castillo como presidente.
Tras su intento de disolución del Congreso, el presidente de Perú, Pedro Castillo, fue destituido mediante una moción de vacancia y le sucedió en el cargo Dina Boluarte, quien ocupaba el puesto de vicepresidenta.
El intento de disolución del Congreso
Horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia en su contra, el presidente de Perú, Pedro Castillo, decretó el miércoles 7 de diciembre disolver temporalmente el Congreso e instaurar un gobierno de emergencia nacional. La maniobra de Castillo fue calificada por distintas partes como un “golpe de Estado”. Además, hubo un rechazo de algunos de sus ministros, que presentaron su renuncia como forma de oposición, al igual que por parte del Poder Judicial, las Fuerzas Armadas y otras instituciones estatales.
La destitución de Castillo
Con el intento de golpe de Castillo, el Congreso de Perú adelantó la sesión en la que se iba a votar la moción de vacancia presidencial. La moción de este miércoles era la tercera que se presentaba contra Castillo por una “permanente incapacidad moral”. La primera de las mociones fue en diciembre de 2021, aunque no fue admitida a trámite, y la segunda se realizó en el mes de marzo y tampoco prosperó, ya que sólo tuvo 55 votos a favor.
Así, esta vez, en un contexto de turbulencia política, el Parlamento aprobó la moción contra Castillo con 101 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones, por lo que éste fue destituido como presidente. Según el periódico La República, la moción no parecía que hubiese prosperado sin el frustrado golpe, no llegaba a alcanzar los 87 votos a favor requeridos.
Finalmente el ahora expresidente fue detenido después de intentar forzar el cierre del Congreso. Por ello, Fiscalía de la Nación de Perú inició las diligencias preliminares contra el exmandatario por la presunto delito de rebelión.
La juramentación de Dina Boluarte
Después de que el Parlamento destituyese a Castillo, Dina Boluarte, quien ocupaba el puesto de vicepresidenta, se convirtió en la presidenta de Perú. Boluarte es la primera mujer en ocupar la presidencia del país sudamericano.
En su primer discurso como presidenta en el Congreso reconoció el intento de golpe, la convocatoria con las diferentes formaciones políticas para un diálogo amplio y la construcción de un gobierno de unidad mediado por una tregua política.
Los 497 días de Castillo
Pedro Castillo llegó a la presidencia de Perú el 28 de julio de 2021. Este maestro sindicalista se presentó a las elecciones presidenciales por el partido izquierdista Perú Libre. En la primera vuelta fue el candidato más votado con sólo el 18,92% de los votos y pasó al balotaje junto con Keiko Fujimori de Fuerza Popular (13,41%), hija del expresidente Alberto Fujimori.
La segunda vuelta fue muy reñida y Castillo logró imponerse por 40.000 votos de diferencia. La proclamación oficial de los resultados se dio más de un mes después de la celebración del balotaje, debido al gran número de recursos de nulidad por parte de Fuerza Popular.
Los resultados de la primera vuelta ya arrojaron el clima tan polarizado existente en Perú, no había candidatos que generasen grandes consensos. Es muy sintomático que los dos candidatos que pasaron al balotaje sumasen en total el 32,33% en la primera vuelta. Por ello, no es casual el resultado tan ajustado de la segunda vuelta.
En este panorama no se preveía que la presidencia de Castillo pudiese terminar con la inestabilidad política que había existido hasta el momento en el país andino. También hay que sumar la gran fragmentación existente en el Congreso.
Durante esos 497 días de Castillo en el cargo se llevaron a cabo varias remodelaciones del Gabinete Ministerial, otra clara muestra de la inestabilidad existente. La última renovación se produjo el pasado 25 de noviembre cuando el primer ministro de Perú, Aníbal Torres, presentó su renuncia. Con ello, Betssy Chávez se convirtió en la quinta primera ministra durante el Gobierno de Castillo.
De acuerdo con la encuesta de diciembre de Ipsos Perú, como era de esperar, la confianza del presidente Pedro Castillo era sólo del 26%, es decir, el 68% no confiaba en su persona. Igualmente, un 65% de los peruanos consideraba que se encontraba involucrado en casos de corrupción y un 69% decía que gobernaba para sus intereses y los de sus allegados.
Por tanto, con el fallido golpe de Castillo esta crisis política en Perú se agudizó. La tarea de Dina Boluarte se prevé también muy compleja, así que veremos cómo evoluciona el panorama político peruano.
Ante estos tipos de maniobras todo demócrata debe oponerse y condenarlas sin paliativos. No se puede volver a tiempos ominosos en los que se gobernaba para unos pocos y por ende hay que buscar horizontes en los que quepan todo tipo de personas. Mucha fuerza para el pueblo peruano.