Las elecciones generales en Nigeria
Nigeria celebra el sábado 25 de febrero las elecciones generales en las que se elegirá al nuevo presidente del país y las dos cámaras de la Asamblea Nacional.
En las elecciones generales del sábado 25 de febrero los nigerianos están llamados a elegir al sucesor del presidente Muhammadu Buhari y los miembros del Senado y la Cámara de Representantes. Dos semanas después, el 11 de marzo, tendrán lugar los comicios para gobernador en 28 de los 36 estados del país africano.
Las elecciones del 25 de febrero
En un contexto marcado por el desencanto ciudadano, el país más poblado de África celebra unas elecciones trascendentales. Tras ocho años en el poder, el presidente Muhammadu Buhari del Congreso de Todos los Progresistas (APC) no puede presentarse a un tercer mandato. Buhari ha tenido que enfrentar en los ocho años de presidencia a varias problemáticas como las dificultades económicas, los problemas de seguridad y el aumento de desempleo. Su sucesor, quien prestará juramento el 29 de mayo, no tendrá un trabajo fácil.
Nigeria se rige por un sistema presidencial, por lo que el presidente es tanto el jefe de Estado como de Gobierno. No obstante, los nigerianos no sólo tendrán que elegir el día 25 al presidente, sino también a los integrantes de la Asamblea Nacional. Entonces el poder legislativo del país es un órgano bicameral compuesto por el Senado (Cámara Alta - 109 miembros) y la Cámara de Representantes (Cámara Baja - 360 miembros).
El contexto político
La inseguridad y la economía son los principales temas que preocupan a la población y también son los predominantes en la campaña electoral. Reducir la propagación de la inseguridad está siendo una de las promesas más importantes y es que se están dando un aumento de los secuestros extorsivos, la insurgencia yihadista ubicada en el noroeste del país, la violencia separatista en el sureste y las tensiones étnicas presentes desde hace décadas. En este panorama es crucial señalar los problemas económicos de Nigeria, encontrándose la población peor después de que Buhari asumiese el poder en 2015. El aumento del costo de vida por la inflación y el desempleo también explican lo tensionado que se encuentra este país africano. Igualmente, el tema de petróleo ha estado presente en la campaña, puesto que se quiere impulsar de nuevo su producción tras los mínimos históricos alcanzados en los últimos meses.
Las garantías de unas elecciones sin irregularidades
En torno a 93,5 millones nigerianos se han registrado para la votación, de los cuales casi el 40% es menor de 35 años y por eso está siendo llamada la “elección de los jóvenes”. Esto ya dice que tales comicios parecen ser vistos por la propia población de una forma distinta.
Con el propósito de superar los ínfimos datos de participación del 2019 (34,75%), la comisión electoral del país (INEC) usará el Sistema Bimodal de Acreditación de Votantes (BVAS), el cual fue implantado en 2021, y que sirve para identificar a los votantes mediante las huellas dactilares y el reconocimiento facial, aunque en el pasado experimentó algunas fallas. Sin embargo, el objetivo es evitar el fraude y por eso justifican desde la INEC el uso de nuevas tecnologías.
Los principales candidatos presidenciales
Un total de 18 candidatos se presentan a estos comicios presidenciales, aunque sólo tres cuentan con opciones de aspirar a suceder a Buhari y estos son Bola Tinubu, Atiku Abubakar y Peter Obi.
Para ser elegido el 25 de febrero se requiere el mayor número de votos en todo el país y más del 25% de los votos en al menos 24 de los 36 estados. Si nadie supera ese umbral, se deberá celebrar una segunda vuelta tres semanas después entre los dos candidatos más votados.
Bola Tinubu
Bola Tinubu es el candidato del Congreso de Todos los Progresistas (APC), el partido del presidente Buhari. El gobernador de Lagos entre 1999 y 2007 ha sido acusado de corrupción, aunque él las rechaza. Su finalidad es seguir una línea continuista con el mandato del actual mandatario nigeriano.
Atiku Abubakar
Atiku Abubakar se presenta por el principal partido de la oposición, el Partido Democrático Popular (PDP), y es la quinta vez que se postula a las elecciones presidenciales. El expresidente de Nigeria, quien cuenta con un ideario más de derechas, ha estado también relacionado con casos de corrupción.
Peter Obi
Peter Obi del Partido Laborista es el otro gran candidato y es visto como aquel que puede terminar con el bipartidismo dominante desde que acabase la dictadura militar en 1999. Este rico empresario fue entre 2006 y 2014 gobernador del estado suroriental de Anambra y hasta el año pasado estuvo en el PDP, siendo el compañero de fórmula de Atiku Abubakar en 2019. Aun sin ser un desconocido en la política nigeriana, está teniendo un gran impacto sobre todo entre la población joven y encima su imagen de ‘outsider’ se ve reforzada al presentarse por una formación con muy poca proyección nacional como es el Partido Laborista, que sólo tiene un escaño en el Senado.
Los tres candidatos han hecho promesas similares durante la campaña electoral. No obstante, Obi, quien cuenta con un gran impacto en las redes sociales, está llegando más a los votantes al desprender una imagen de un candidato que no representa a los dos partidos que han sido hegemónicos hasta el momento.
¿Qué dicen las encuestas?
La encuesta de la compañía Redfield & Wilton Strategies apunta que el candidato del Partido Laborista (LP), Peter Obi, lograría una clara victoria en las elecciones presidenciales al sacar una ventaja de 40 puntos a Bola Tinubu (APC) y de 50 a Atiku Abubakar (PDP).
Según este mismo sondeo, Obi obtendría el voto del 70% de los que votaron en 2019 por Abubakar y del 40% que se decidieron por Buhari, y sería la primera opción en todos los rangos de edad, destacando especialmente en las franjas más jóvenes.
También la encuesta de Premise Data Corp. realizada para Bloomberg News indica que dos tercios de los encuestados cuentan con la intención de votar por Obi. La cuestión es que los analistas conocedores de dichos comicios consideran que estos y otros sondeos electorales que dan a Obi la victoria se pueden cuestionar por contar con muestras pequeñas y por el perfil tan concreto de las personas que fueron encuestadas, mayormente alfabetizadas. Asimismo, precisan que el candidato laborista no dispone de los recursos suficientes o de una amplia base política como la que tienen Tinubu y Abubakar. Por tanto, no se puede decir que la contienda esté cerrada y habrá que esperar unos días para conocer los resultados oficiales.
A pesar de todo, creer que con estas elecciones los problemas de Nigeria, que en el futuro se convertirá en el tercer país más poblado del mundo, se lograrán resolver es faltar a la verdad al no tenerse en cuenta su posición de nación periférica inserta en las dinámicas del sistema capitalista, por lo que las relaciones con el centro, con el Norte Global, marcan su desarrollo como país. Por eso, cuando se habla de elecciones, se han de abordar sobre todo los contextos sociopolíticos y no sólo contemplar las encuestas.