Marine Le Pen: la evolución de la comunicación francesa
En ocasiones los políticos tradicionales se ven superados por extremistas. La migración y el deterioro de la vida son terreno fértil para el ascenso de la ultraderecha, bien lo sabe Marine Le Pen.
Las democracias sufren un gran desprestigio al igual que los partidos tradicionales. Por eso, varios autores coinciden que muchos países tienen una «democracia de audiencias». Según Bernard Manin en Los principios del gobierno representativo (1998), ésta se caracteriza por tener un amplio margen de competencia donde los candidatos personalizan la política en su imagen y no en sus propuestas, el bombardeo de propaganda es constante y el voto se ejerce según se identifiquen los votantes.
La seducción por lo radical
En el caso francés, el ascenso de Marine Le Pen y el Frente Nacional (ahora Agrupación Nacional) responden a un desgaste de las ideologías y partidos tradicionales que han gobernado el país. El partido es conocido por impulsar un nacionalismo recalcitrante, antiinmigrante y apuesta por el euroescepticismo. Desde sus inicios, el FN se caracterizó por tener ideas muy apegadas al fascismo de la Francia de Vichy (país que existió como satélite de la Alemania Nazi) y que se caracterizaba por ejercer una propaganda de supremacismo galo y promocionar políticas contra los limites estatales.
Si bien el FN contaba con el 0,02% de los electores de Francia en 1965, tuvo un primer incremento con el padre de la actual dirigente, Jean-Marie Le Pen, pues para las elecciones de 2002 obtuvo el pase a la segunda vuelta frente a Jacques Chirac. Aunque no se ungió presidente, Le Pen manejó una comunicación de masas a través de discursos simples que exaltan el nacionalismo, el pasado de una Francia fuerte y una posición antiinmigrante que despierta el interés entre los votantes de mayor edad y los más jóvenes (Ver Albert Ferrer).
Jean Marie Le Pen fundó el Frente Nacional basado en tres puntos centrales, lo cual hizo que el partido fuera clasificado de extrema derecha. A continuación se mencionan brevemente:
El primer rubro es la exaltación del nacionalismo, el cual reside en un proteccionismo económico, la eliminación del euro y la exaltación de los símbolos patrios o eventos que marcaron la historia.
La añoranza del pasado, referido al régimen de Vichy, que eliminaba a los opositores y minorías que eran vistos como amenazas a la nación gala. Otro precepto era la integración de militares retirados para unificar una visión de pueblo y ejército luchan por los mismos ideales (Ver Ferrer).
La expresión antimigrante es la más interesante, pues la exclusión de negros, gitanos y minorías de Europa Oriental es una bandera que se mantiene viva y que ha generado simpatías.
En el libro de Marine Le Pen Á contre flots (2011) destaca su discurso no de xenofobia, como la tachan los medios, sino de nacionalismo por buscar un nivel de vida que sea parejo para todos los habitantes y no que solo unos se aprovechen de las arcas del gobierno. Sin duda alguna, la explotación de este último factor ha sido clave para captar votantes.
La lógica discursiva que explota responde a la democracia de audiencias, pues los electores buscan sentirse identificados o reconocer cualidades en el candidato que sean de personaje omnipotente, pero a la vez humano. Le Pen maneja esta dualidad de poder arreglar los problemas que han dejado los gobiernos anteriores y levantar nuevamente a Francia, mientras que es una mujer cercana al pueblo y que les habla de su cotidianeidad.
Inclusive el uso de palabras simples o eslóganes cortos responden a la necesidad de permanecer en el inconsciente de la gente. Los discursos varían conforme el sector de población al cual se le esté hablando, pues la ideología del partido suele abarcar el conservadurismo y liberalismo en sus gamas más lejanas. Para los empresarios y comerciantes, a veces raya en una retórica neoliberal o proteccionista según sea el caso, mientras que con obreros y campesinos se habla de una ideología justicialista (Ver Ferrer).
El partido y los medios de comunicación
El papel del Frente Nacional en el sistema político es el indicador de que los partidos tradicionales pierden fuerza. El ascenso de este partido se debe en parte a la cobertura que brindan los medios de comunicación quienes actúan como transmisores de ideas, mediadores o divisores de opiniones y finalmente cumplen con la función de informar a la sociedad. En el caso de las candidaturas de Le Pen a la presidencia, los medios juegan tres funciones:
La transmisión de ideas recae en tiempos electorales o normales, no obstante, para Le Pen los medios en la cotidianeidad no fortalecen su propaganda, sino que la congelan o dan mínimos espacios. Ya que una constante propagación de sus ideas podría generarle mayores votantes y una mejor presencia en todo el territorio. Incluso puede ser visto como contenedores del populismo y de ideas que son denominadas de ultraderecha. Sin embargo, Le Pen no espera los tiempos electorales, sino que por medio de temas polémicos marca la agenda de la oposición y de los medios.
La división de opiniones busca ganar votantes o perderlos dependiendo de la cobertura que obtengan los partidos políticos. También aquí juega un papel significativo la afinidad política de los electores según sus simpatías, esto se observó en la segunda vuelta de 2015 entre Le Pen y Macron. Los medios públicos buscaban que Macron superara los votos de su contendiente y con esto tener una política moderada. Mientras, en los canales de provincia como en internet se observaba mayor cobertura por parte del FN (Ver Ferrer).
La función de informar es parte de la vida cotidiana en todos los países del mundo. Con la aparición de internet y las redes sociales, Marine Le Pen a través de videos cortos y simples abarca una gran parte del territorio. Estos constan de mostrar su día a día, propuestas y agenda del Frente Nacional, actividades que realizan e inclusive entrevistas a los simpatizantes.
En su libro Pour que vive la France (2012), la hija de Jean-Marie Le Pen aseveraba que “el Frente Nacional es el primer partido virtual de Francia ya que maneja redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter” (p. 33).
La agenda de este partido se caracteriza por ser mediática en sus declaraciones y en los apoyos. En 2015 cuando se dieron las grandes migraciones en Europa, el FN buscó presionar al entonces mandatario François Hollande para cerrar las fronteras y no recibir más refugiados en su territorio. Los medios cubrían las conferencias o videos de la líder nacionalista francesa y de esta forma fueron posicionando su candidatura, pero a su vez generando oposición a su partido. El argumento principal no era la xenofobia como eje principal de su política sino la mundialización.
Los medios de comunicación y Le Pen
La mundialización es la causa de todos los problemas que vive el mundo contemporáneo, puesto que al estar interconectados se generan redes de dependencia entre los países pobres y ricos. En opinión de Marine Le Pen (2012), la migración es una consecuencia, ya que los gobiernos de la periferia no generan condiciones favorables para su gente y entonces emigran a Francia. Este mensaje en una división por sectores de la población tiene mayor impacto entre los votantes de 65-80 años quienes son los más nacionalistas.
Mientras, para los electores más jóvenes se les abren espacios dentro del partido, como se constata en uno de sus lemas, “soluciones a futuro para los tuyos”. A los nuevos votantes se les promete trabajo, educación y movilidad social. Otra característica que unifica al partido y a los medios, es la composición que tienen, pues aglutina clases bajas, altas y medias, lo que permite que haya una mejor cobertura del electorado.
Inclusive cuando estallaron las manifestaciones de los Chalecos Amarillos, ministros del gobierno macrista y sindicatos acusaban a Marine Le Pen de estar detrás de las marchas y de los grupos manifestantes, lo cual la puso en el ojo de la opinión pública y por lo tanto su imagen volvió a cobrar relevancia. Luego de los señalamientos su figura se fortaleció en vísperas de las elecciones del parlamento europeo. Su partido ganó en tales comicios 13 escaños, utilizando su misma retórica nacionalista.
Por otro lado, Francia es conocida por tener una tradición muy larga sobre las caricaturas o programas de mofa política, entre ellos el que es transmitido en Canal+ que se titula Les Guignols de l’info. En ese programa, Le Pen ha ocupado los principales espacios para promocionar su agenda, debido que a través de chistes o canciones, el canal impulsa sus posicionamientos e informa de una forma atractiva a varios sectores. Para muchos políticos la parodia de su persona es ofensiva o denigrante. Sin embargo, Le Pen en una entrevista con Tv5 mencionó que tiene mucho que agradecer porque si no fuera por el programa no tendría tanto éxito.
Ahora bien, la propaganda en medios no es gratis y tampoco es una tarea fácil ya que el Frente Nacional ha sido una formación política muy atacada y golpeada por los medios tradicionales. Gianpietro Mazzoleni lo describe en su libro La Comunicación Política (2004). Éste menciona que los candidatos más atacados o excluidos solo son vistos como mártires y por ende su popularidad crece. Esta táctica es adoptada por los candidatos outsiders, que culpan al sistema tradicional de excluirlos o tener miedo de competir con ellos.
En conclusión, la estrategia comunicativa de FN pasó de ser marginal o con poco éxito en los años 60 a modernizarse y abarcar desde los medios de comunicación tradicionales hasta incursionar en las nuevas redes sociales, además de llevar a cabo un cambio de nombre (Agrupación Nacional).
En una democracia de espectadores, los discursos nacionalistas han despertado simpatías entre los inconformes y una creciente ola de votantes derechistas. La segmentación que hace Le Pen para emitir discursos le ha permitido penetrar en todos los estratos de la sociedad francesa.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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