Milei ante la partidización de su gobierno
Por más carismático, autoritario o capaz que sea el líder, todos necesitan un equipo para hacer funcionar al gobierno. A Milei también le pasa y su gabinete es muestra de ello. Nadie gobierna solo.
Javier Milei tomará juramento el 10 de diciembre y será un buen caso de estudio para los cientistas políticos. Después de su victoria del 19 de noviembre, todavía sigue dando de qué hablar y muchos elementos para analizar, conforme avance el tiempo observaremos cómo el gobierno se partidiza y se tienden acuerdos para que el primer gobierno libertario pueda sacar su agenda política.
Para analizar un futuro gobierno, se puede hacer de diversas formas: 1) por la conformación del Congreso; 2) por el programa de gobierno que se busca implementar; 3) a través de su gabinete; o 4) por el ejercicio del poder (utilizando la metodología estadounidense de los primeros 100 días del ejecutivo). Utilizaré el análisis de gabinete, ya que este arroja muchos datos relevantes que posiblemente permitirán más adelante hacer un balance global de la administración Milei.
Partidizar el gobierno: derechas y libertarios
A una semana del triunfo de Javier Milei, se ha ido configurando el gabinete que entrará en funciones el próximo 10 de diciembre. Más allá de los nombres de los hombres y mujeres que ocuparán las carteras, se han configurado críticas debido a que en campaña el presidente electo prometió acabar con la vieja política, sin embargo, la conformación de ministerios dice otra cosa.
Esto no debe sorprendernos, Milei como un outsider formó un partido que no cuenta con una estructura sólida como el peronismo o la derecha tradicional. Al contrario, La Libertad Avanza fue el vehículo para llegar a la presidencia y ganar 34 escaños en la Cámara de Diputados. Politólogos como Maurice Duverger, Jean Blondel o Giovanni Sartori han mencionado que los partidos políticos siempre tienen un lugar en la sociedad, para conseguir votos, y otro en el gobierno, debido a las tareas políticas que desempeñan.
Ahora bien, en la mayoría de los casos a lo largo de la historia los institutos políticos que ganan el poder tienden a partidizar al Estado. Es normal este fenómeno dado que en los poderes Legislativo y Ejecutivo hay cuadros de los institutos que ganaron o perdieron, oposición y oficialismo. En el caso argentino esto se refleja con las personas que están integrando el gabinete.
El triunfo de Javier Milei es indiscutible, no obstante, no cuenta con una estructura partidista fuerte que le permita ejercer la gobernabilidad, por ende, debe recurrir a los apoyos de los políticos tradicionales como el expresidente Mauricio Macri y la ex candidata Patricia Bullrich. El objetivo de ceder espacios es para generar consensos dentro de las cúpulas partidistas y posiblemente en un futuro formar una coalición legislativa que le permita impulsar su agenda de gobierno.
Como se mencionó en el texto Milei, Massa y la crisis del sistema político argentino, debe distinguirse entre hacer campaña y ejercer el poder. Desde que Sergio Massa reconoció la derrota, Milei moderó su discurso e incluso dijo “a todos aquellos que busquen hacer un cambio, son bienvenidos para encabezar el engrandecimiento de Argentina”.
En esa sola frase, el vencedor del ballotage dejó ver que no gobernará solo, nadie ejercer el poder de forma unipersonal, ni los más crueles dictadores como Daniel Ortega, ni los presidentes más moderados como Lula Da Silva o Gabriel Boric; todos necesitan de un equipo y de los actores externos del sistema político para sostener un gobierno.
¿Qué tan partidizado está el próximo gobierno?
A lo largo de este apartado se analizarán los perfiles que el presidente electo ha elegido para ocupar el gabinete. El objetivo es buscar el apoyo de otros sectores y con ellos consensuar acuerdos no solo partidistas, sino en un futuro con una coalición legislativa.
Milei prometió en campaña que reducirá la estructura del Estado, esto es facultad del presidente de acuerdo a la Ley de Ministerios. Además, durante el mandato de Mauricio Macri ya se hizo, cuando redujo de 18 ministerios a 10 y los 8 restantes se convirtieron en secretarías.
El objetivo de la reducción supuestamente busca ahorrar dinero, contratar menos personal y tener menor autonomía. Sin embargo, los perfiles que ocupan las carteras permiten evaluar el nivel de partidización del gobierno.
En la tabla anterior se encuentra que las ocupaciones de ministros y secretarios principalmente están relacionados al sector económico, ya que tres ministerios y dos secretarías serán encabezadas por empresarios; tres miembros son abogados y por último hay un periodista, una politóloga, un economista y un contador. El primer hallazgo permite afirmar que el control del Poder Ejecutivo residirá en los tecnócratas, quienes se caracterizan por estudiar carreras relacionadas al ámbito económico, empresarial y hacendario. Estos perfiles son una base de apoyo para Javier Milei al ser los encargados de encabezar las políticas de ahorro y desregulación económica.
Por otro lado, tres mujeres encabezan ministerios (Patricia Bullrich, Sandra Pettovello y Diana Mondino). Ahora bien, para confirmar o rechazar el argumento de que el gobierno de Milei será una administración partidizada o no, en la tabla me remito a las militancias de los ministros y secretarios.
Cinco ministerios estarán ocupados por militantes de la libertad avanza y solo una secretaría, asimismo, estos perfiles son los que han desarrollado una carrera empresarial. Con esto, se afirma que Milei apostó por cuadros cercanos a su partido para encabezar las reformas que pretende realizar.
Además, un ministerio y dos secretarías estarán en manos de personajes cercanos al ex presidente Macri, lo cual habla de un acercamiento con la derecha tradicional que posiblemente fungirán como puente para en un futuro solicitar el apoyo en el congreso. En cuanto a las ocupaciones de estos perfiles, corresponden a políticos tradicionales. No son tecnócratas, sino que cumplen con un papel más político en el ámbito del ejercicio del poder.
En la tabla también se muestra que hay un ministerio y una secretaría que están en manos de personas que militaron en el peronismo y que trabajaron durante administraciones de esta misma ideología. Aquí hay un factor extra y es que la posible selección de estos perfiles se debió a que conocen las entrañas del poder y que en algún momento tuvieron trato con los sectores como los sindicatos, directivos y estructura burocrática. Por último, hay dos secretarías y un ministerio que serán encabezadas por juristas, pero que no tienen una militancia partidista definida.
Cabe destacar que al momento de escribir este texto, la tabla muestra solo los que han confirmado su ingreso al gabinete, aún restan ministerios y secretarías por ocupar.
¿Milei se alió con la casta?
La campaña electoral y los comicios en la Argentina han terminado y la realidad es que muchas de las propuestas no se pueden concretar sin el aval y apoyo de otros sectores. El discurso estridente sirvió para denunciar el malestar con las etapas de gobierno anteriores y para reafirmar que el libertarismo llegará a la Casa Rosada, pero para gobernar se necesita más que denuncias o confrontaciones y lo estamos viendo con Milei.
Con los elementos presentados en la tabla, se puede comprobar que la administración de Javier Milei estará partidizada no solo por su agrupación, sino por otros sectores y partidos que le apoyaron en campaña o que incluso él reconoce por la trayectoria que tienen. Es importante destacar que más allá de señalar de una forma bidimensional si “está bien o está mal”, la realidad muestra que todos los gobernantes necesitan de otras personas para ejercer el poder.
Incluso más allá de la polarización y descalificaciones sobre el próximo gabinete, es importante entender que el ejercicio de la política es crear consensos y ceder espacios. Más para el caso específico de la Argentina que cuenta con un sistema pluripartidista atomizado, es decir, muchos partidos, lo cual dificulta que uno solo pueda ejercer de forma mayoritaria o absoluta el poder.
Para cerrar el texto quiero dejar un elemento. En campaña el presidente electo declaró que desaparecería al Banco Central y dinamitaría su sede. Demian Reidel declinó la oferta para presidir al Banco Central, por lo tanto, aún no hay un nombre decidido, pero este espacio será decisivo para las políticas de ajuste que el presidente quiera implementar. Estimadas lectoras y lectores, en política la forma no siempre es el fondo.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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