Presidentas, primeras damas y las que aspiraron al poder en América Latina (II)
Algunas accedieron al poder debido a la falta constitucional del presidente. Otras no lo lograron por prohibiciones de la ley o derrotas electorales. Y algunos casos son producto del autoritarismo.
En la primera parte del artículo se realizó un recorrido de las diferentes presidentas con las que ha contado los países de América Latina a lo largo de este tiempo. En tanto, en la segunda parte se tratará otras presidencias que estuvieron encabezadas por mujeres y también aquellos casos en los que primeras damas buscaron dicho cargo, pero se quedaron en el intento.
Los polémicos mandatos de las dos últimas presidentas latinoamericanas
Bolivia tuvo su segunda presidenta en plena pandemia de Covid-19. Jeanine Áñez ocupó este cargo de manera provisional. Su inicio en la política data de 2006 cuando se llevó a cabo la Asamblea Constituyente, ella pertenecía al Partido Poder Democrático Social, que era liderado por el expresidente Jorge Quiroga. Áñez desde sus inicios estuvo relacionada a la derecha.
En 2019 cuando se celebraron las elecciones presidenciales, el entonces mandatario Evo Morales participó por cuarta ocasión. Un año antes, el Poder Judicial emitió una sentencia en la que decretó que la reelección no podía tener temporalidad. Durante el conteo de votos el presidente llevaba la delantera y las acusaciones de fraude por parte de Carlos Meza, candidato opositor, detonaron en protestas que terminaron con la salida de Morales del país.
Ante la vacancia de puestos, correspondía al vicepresidente Álvaro García Linera pero renunció, asimismo lo hicieron los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, por lo que Áñez asumió provisionalmente. En noviembre fue investida presidenta provisional y una de las polémicas que desató, aparte de cómo llegó al poder, fue la frase que pronunció: “la Biblia vuelve a entrar al palacio de gobierno”.
Durante su administración se enfrentó a la pandemia de Covid-19, pero también a las protestas en su contra que la acusaban de golpe de estado y de imponerse con el apoyo de Estados Unidos. Se encargó entonces de convocar a elecciones presidenciales. Luego de posponerlas en dos ocasiones, estas se llevaron a cabo el 18 de octubre de 2020, donde resultó electo el candidato de Movimiento Al Socialismo, Luis Arce.
El 8 de noviembre se realizó el traspaso de poderes y no fue hasta el 12 de marzo de 2021 cuando por orden de la Fiscalía Boliviana fue detenida y acusada de haber gestado la inestabilidad política en 2019 y haber participado en el golpe de Estado. Actualmente se encuentra en la cárcel al estar condenada a 10 años de prisión, la exmandataria aún sostiene que ella es inocente.
Por último, en 2022 Perú sería objeto de una crisis política que venía gestándose desde 2021 cuando el izquierdista Pedro Castillo ganó las presidenciales. El 8 de diciembre de 2022 la vicepresidenta Dina Boluarte asumiría la primera magistratura del país, luego de que el presidente intentó violentar el orden constitucional al llamar a la disolución del parlamento y decretar un gobierno de excepción.
Su participación política data de 2018 cuando buscó ser alcaldesa de Surquillo por el Partido Perú Libertario pero perdió; en 2020 compitió de la mano de Perú Libre por un asiento en el congreso pero tampoco lo logró. En 2021 fue compañera de fórmula del presidente Pedro Castillo.
Desde diciembre de 2022 que dirige el país se ha enfrentado a las protestas de la ciudadanía que pide su dimisión, cierre del Congreso, convocatoria a una constituyente y anticipo de elecciones. Sin embargo, desde esa fecha hasta septiembre de 2023 se han rechazado cinco proyectos legislativos que buscan adelantar los comicios.
Además, el debate público se ha enfocado en una reforma estatal para construir un Senado y así garantizar la estabilidad. La administración Boluarte también se ha caracterizado por la colaboración con Estados Unidos al firmarse un acuerdo de colaboración entre las fuerzas militares peruanas y norteamericanas, lo cual por muchos ha sido considerado traición.
Su administración también ha estado marcada por los enfrentamientos con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien se ha negado a entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico, ya que considera a la presidenta producto de un golpe de Estado y a su administración de “espuria”. La mandataria ha respondido a sus embates y esto ha llevado a que la relación entre ambos países sea tensa.
Las protestas no han cesado y la presidenta ha dicho que no renunciará al cargo. Constantemente hace llamamientos a la unidad y a no continuar con la división, sin embargo, la única certeza es que no dejará el poder por ahora. El país sigue sumido en una crisis institucional y social que no ha podido ser despresurizada.
De primeras damas a presidentas
Trece mujeres han ocupado la presidencia de distintos países de Latinoamérica, pero solo tres han sido esposas de presidentes. Desde 1999 un fenómeno nuevo se presentó y fue que ex primeras damas decidieran contender por la presidencia. Mireya Moscoso en Panamá se convirtió no solo en la primera mujer en ganar la presidencia, sino también en la primera ex primera dama en hacerlo. Su caso es curioso, puesto que cuando ostentó dicho cargo protocolar en 1968, cuando estuvo casada con el presidente Arnulfo Arias.
Cuando Mireya Moscoso ganó la presidencia panameña inició una reforma del Estado que modernizó el sistema tributario, recibió el Canal de Panamá y durante su mandato se celebró el concurso Miss Universo que detonó el turismo. La expresidenta se acabó retirando de la vida pública.
En 2007 Argentina tendría su segunda presidenta en la historia. Conseguido igualmente por la ex primera dama de la nación. Cristina Fernández había ostentado este cargo protocolar cuando su esposo Néstor Kirchner gobernó el país entre (2003-2007). Ambos fueron ejemplo de lo que yo he denominado una pareja presidencial. No solo fueron una pareja en el sentido romántico de la palabra, sino también un equipo en el ejercicio del poder.
Cuando Kirchner anunció que no buscaría la reelección, Cristina Fernández se convirtió en su relevo. Dentro del peronismo fue bien recibida y en 2006 fue escogida como candidata presidencial. Su retórica e imagen política buscó asimilarse a Eva Perón, enfocándose en atender a los sectores desprotegidos de la nación. Su gobierno estuvo marcado por el incremento en el gasto social y el respaldo a los sindicatos, un mensaje político que une al presente y al pasado con el primer peronismo.
Sin embargo, un hecho simbólico que ligó el presente con el pasado fue la muerte de Néstor Kircher en 2010, ella misma relató en una entrevista que estaba por decidirse si ella o su esposo competirían por otro periodo. En 2011, Cristina se postuló en busca de la reelección y lo logró, consiguiendo el apoyo de las bases sociales más grandes del país. En su segundo mandato la presidenta buscó endurecer su discurso en contra de la oposición.
En 2015 cuando terminó su mandato se le abrieron diversas investigaciones por la muerte del fiscal Nissman y su presunta participación en actos de corrupción. Actualmente es vicepresidenta de Albero Fernández y para las elecciones de 2023 anunció que no buscaría la candidatura debido a su inhabilitación para ocupar algún otro cargo público.
La última ex primera dama que ha logrado alcanzar la presidencia lo hizo en 2022 en Honduras y es Xiomara Castro. Antes de gobernar el país era recordada por ser la esposa del expresidente Juan Manuel Zelaya derrocado en 2009 y obligado a exiliarse. Cuando su marido fue destituido, encabezó una marcha que exigía su restitución. En 2011 Zelaya fundó el Partido Libertad y Refundación con el cual Xiomara Castro compitió en las elecciones de 2013, pero quedó en segundo lugar y el ganador fue Juan Orlando Hernández.
En 2016 volvió a buscar la presidencia, pero declinó sus intenciones en favor de Salvador Nasralla, quien encabezaba la Alianza de Oposición contra la Dictadura. El candidato perdió y el presidente Hernández fue reelecto. No fue hasta 2020 cuando lanzó por tercera vez su candidatura y se dedicó a reunir apoyo para formar un frente con todos los sectores que habían sido mancillados durante los gobiernos de Juan Orlando Hernández.
El 27 de enero de 2022 Xiomara Castro se convirtió en la primera presidenta de Honduras y prometió reformar el Estado para combatir la corrupción, el crimen y generar crecimiento. Principalmente su administración se caracterizó por la disputa con la Asamblea Nacional cuando no se lograron los acuerdos para nombrar a los integrantes del Poder Judicial, lo cual devino en ataques y acusaciones entre la presidenta y los parlamentarios.
Asimismo, en materia de seguridad su mandato se ha caracterizado por la implementación del Estado de excepción para combatir a las pandillas. Esta medida fue popularizada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien ha reducido los índices de criminalidad por su política de mano dura, sin embargo, también ha sido criticado por la limitación de los derechos y libertades. La presidenta hondureña también ha optado por implementar este modelo, el cual ha generado críticas.
Finalmente, estos tres casos de ex primeras damas que han logrado la presidencia han sido disruptivos para la política. En estos últimos casos expuestos sólo dos de ellas pasaron de primeras damas a presidentas porque Mireya Moscoso ya no estaba casada, pero ocupó ese cargo a mediados del siglo XX.
Las primeras damas que no lo lograron
Además, hay otras mujeres que han aspirado a la presidencia que también han sido esposas de presidentes, pero no lo han logrado. Ignacio Arana y Carolina Guerrero identifican que las ex primeras damas guatemaltecas Sandra Torres y Patricia Escobar no lograron alcanzar el poder, así como Marta Linares de Panamá y Keiko Fujimori del Perú. Por otro lado, también están las ex primeras damas que forman parte de la fórmula presidencial como Margarita Cedeño en República Dominicana y Rosario Murillo en Nicaragua, quien también ostenta el cargo de primera dama.
Por último, hay dos casos particulares de México, ya que durante la transición democrática y la alternancia del 2000 dos primeras damas quisieron competir por la presidencia. Marta Sahagún de Fox (2001-2006), quien renunció a sus aspiraciones cuando el entonces presidente Fox declaró que ambos se retirarían de la vida pública. Al matrimonio Fox-Sahagún se les conoció como la ‘pareja presidencial’, ya que había rasgos que denotaban que el poder se compartía. El segundo caso es el de Margarita Zavala, quien en 2018 quiso competir por la presidencia a través de una candidatura independiente, que acabó retirando.
Como podemos ver, las primeras damas han modificado el plano político de los países y han reconfigurado el ejercicio del poder. Al punto, en América Latina también hemos tenido dos primeros caballeros. ¿Saben quiénes son?
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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