República Dominicana: entre Luis Abinader y Leonel Fernández
República Dominicana se mantiene alejada de la polarización. La disputa por la presidencia estuvo marcada por la contienda entre el presidente y el expresidente.
El domingo 19 de mayo República Dominicana tuvo una segunda cita con las urnas, esta vez es para la elección de su presidente y diversos cargos de nivel nacional. El país insular es de los pocos bastiones que gobierna el centro político, entendida como un modelo socioliberal que retoma políticas de la izquierda y la derecha. El centro está caracterizado por apostar al libre mercado, el combate a la desigualdad, impulsa la propiedad privada y propone soluciones para que la gente obtenga una mayor movilidad social. También puede entenderse como un punto donde sectores de izquierda y derecha, empresarios y trabajadores, clase media, alta y baja convergen en sus intereses. De todas maneras, no deja de ser una categoría problemática, puesto que hay partes de la ciencia política que la reconocen y otras que no.
Un factor para tomar en consideración sobre estas elecciones es que en los pasados comicios el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) ganó las elecciones municipales, obteniendo 121 municipios y 150 distritos municipales. Mientras el oficialismo celebró el triunfo, el expresidente Leonel Fernández criticó los resultados y acusó que se utilizó la estructura estatal para cambiar a la voluntad popular y cohesionar el sufragio.
La elección en cifras
De acuerdo con las cifras de la Junta Central Electoral, el padrón ha crecido 8,17% desde 2002. Para estos comicios, 8.145.548 personas están habilitadas para votar, de las cuales 3.713.461 son mujeres (51%) y 3.568.302 son hombres (49%). Ahora bien, para que la ciudadanía pueda sufragar se establecieron 4.295 centros de votación y un total de 16.851 de colegios electorales para poder sufragar.
Si analizamos la cartografía electoral, el país está dividido en 31 provincias y 1 distrito nacional, los cuales están subdivididos en 158 municipios y estos a su vez. Recordemos que el 19 de febrero, los dominicanos acudieron a las urnas, pero a elecciones municipales en las cuales se eligieron 3.849 cargos entre: alcaldías, vicealcaldías, regidurías y sus suplencias así como direcciones y subdirecciones distritales.
El domingo 19 de mayo se votaron un binomio presidencial, 32 senadurías, 178 diputaciones, 5 diputaciones nacionales y 7 del exterior, así como 40 congresistas del Parlamento Centroamericano. Un dato curioso de la historia electoral dominicana es que las elecciones se hacen de forma separada para evitar que haya una oleada masiva por un solo partido.
Para estos comicios, compitieron nueve candidaturas. El actual mandatario, Luis Abinader, abanderado por el PRM buscó la reelección. En la oposición destacaban la candidatura de Abel Martínez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la del expresidente Leonel Fernández que buscaba un cuarto mandato, pero esta vez bajo las siglas del Partido Fuerza del Pueblo (PFP) de izquierda.
Tipos de voto
El país caribeño ha implementado diversos métodos de votación para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho al voto. Como en todas las naciones existe la modalidad presencial con urnas y papel. Empero, para estos comicios, el órgano electoral puso en marcha el programa piloto de voto accesible, es decir, que las personas mayores o con alguna discapacidad puedan ejercer su derecho desde su casa.
Las personas que optaron por esta modalidad llenaron el formulario en la página de la Junta Central Electoral y seguido de esto registraron su cédula de identificación para que el órgano determinara su validez o no. A diferencia de otros programas de voto anticipado, este se llevó a cabo el mismo día de las elecciones, el personal se trasladó a los domicilios de los y las votantes; debieron mostrar las rutas a seguir y les acompañó un presidente, un secretario y un vocal, aunado a representantes de los partidos políticos.
Al momento de sufragar, en caso de que la persona estuviese impedida el presidente dobló la boleta y la guardó en el sobre sellado. Luego el personal se retiró y los votos fueron contados el mismo día de la elección. Sin duda, la prueba piloto es interesante porque algunos países la ponen en práctica en elecciones estatales o municipales, empero, República Dominicana la implementó en las presidenciales.
También, se utilizó el voto del exterior en las ciudades de Boston, Nueva Jersey, Filadelfia y Nueva York. Un dato curioso es que República Dominicana es el país de América Latina con más votantes registrados a partir de su padrón general, lo cual es de 11% hay 863.784 personas empadronadas que estaban habilitadas para participar de manera extraterritorial. Cabe destacar que las y los dominicanos sólo podían votar por la presidencia y las diputaciones del exterior.
Contexto de la disputa
Estos comicios están marcados por dos temas específicos y un factor aislado que sorprende a la Ciencia Política. Desde el debate presidencial del 25 de abril, la migración y Haití han despertado el interés del electorado, sobre todo por la crisis política que vive el país vecino, derivado del asesinato de su presidente y el incremento de las bandas del crimen organizado que fuerzan la migración.
Este evento ha detonado en que las y los republicanos exijan medidas para controlar el ingreso de extranjeros a su territorio. El presidente Abinader ha impulsado un plan de repatriación y deportación de quienes no cuentan con los permisos para radicar en el país, curiosamente Leonel Fernández secunda este proyecto, a pesar de identificarse con la izquierda.
Por otro lado, la economía es el tema que también preocupa a los votantes como en la mayor parte de América Latina. Sin embargo, Fernández se ha vuelto férreo crítico del mandatario al que acusa de no superar el crecimiento que caracterizó al izquierdista durante sus tres mandatos el cual era del 5% anual. Mientras, el presidente Luis Abinader sostiene que se debe a la pandemia y la rescisión que ha sufrido el subcontinente por lo que el país ha detenido su crecimiento.
Ahora bien, luego de abordar los temas que han marcado esta contienda política podemos observar que no existe una polarización política que ponga en riesgo la democracia, como lo hemos visto en varios casos del superciclo electoral. Es una buena noticia, puesto que República Dominicana parece ser un oasis político, el cual existen las pasiones políticas debido a las elecciones, pero en los discursos de los candidatos punteros no se observan tintes agresivos o descalificativos.
Una hipótesis podría ser que esto se debe a la lejanía del país, lo cual puede entenderse como un blindaje contra la polarización nociva que recorre a la América Latina continental. Me baso en este planteamiento, ya que a nivel global los países que están alejados de la masa territorial, suelen tener una mayor resiliencia a los contextos polarizados.
Asimismo, el país caribeño se ha enfocado en combatir la desigualdad económica y social, implementar políticas para combatir la corrupción, y buscar que la ciudadanía se interese en la política. La esencia de que República Dominicana no está dividida, se debe a que existe un punto donde la izquierda y la derecha convergen, por ende los extremos políticos no logran captar sectores relevantes de la sociedad que puedan polarizar al pequeño país.
La jornada comicial
La jornada del 19 de junio, se materializó con la reelección del presidente de centroderecha, Luis Abinader (PRM). De acuerdo con el programa de resultados, el partido gobernante fue el más votado a nivel nacional.
Desde 1970 a 2024, el país ha sido gobernado por cuatro partidos distintos y ha tenido ocho presidentes distintos, de los cuales cuatro han sido del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); solo uno ha sido del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), pero gobernó seis veces el país (Joaquín Balaguer); además, de dos presidentes emanados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); y uno del PRM que es Luis Abinader.
La nación caribeña se mantiene dentro del centro político y también se ha convertido en unos de los tres países que ha roto con la variable de castigo al oficialismo, es decir, lo ha mantenido en el poder. Los otros dos fueron Paraguay con el Partido Colorado y El Salvador con Nuevas Ideas.
Durante el transcurso de la noche el presidente, Luis Abinader, publicó en su cuenta de X que los candidatos opositores Leonel Fernández y Abel Martínez reconocieron su victoria electoral. Sin duda un comportamiento que demuestra la altura política que abona a la gobernanza democrática y sobre todo reduce cualquier tensión política postelectoral que pueda generarse. En conclusión, las elecciones dominicanas fueron muestra de civilidad política y el respeto a la legalidad, lo cual contribuye al fortalecimiento democrático y a la gobernanza postelectoral.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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