¿Una India de Narendra Modi con contrapesos?
El presidente ultranacionalista Narendra Modi enfrentará una oposición fuerte por primera vez, ya que el opositor Congreso Nacional Indio se fortaleció en las últimas elecciones generales de la India.
El 19 de abril inició el proceso electoral en la India, la democracia más grande de todo el planeta. Debido al número de habitantes, su dispersión y para que todos puedan votar, el cronograma de las elecciones tuvo una duración de un mes y medio. La nación suroriental no está interconectada en su totalidad, por lo que se necesita mucho tiempo para que la gente pueda sufragar.
Con un padrón de 968 millones de personas dispersa en 28 estados y los ocho territorios, la India tiene más habitantes que la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos juntos. Al desglosar el padrón 497 millones son hombres y 471 millones son mujeres y 26,3 millones son nuevos electores. Sin embargo, esto no es lo más relevante, sino que la Comisión Electoral despliega un operativo de funcionarios electorales que rondan los 15 millones.
En cada centro de votación, sólo pueden sufragar 1.500 personas y un dato curioso, es que en el poblado de Malogram, en el estado de Araunachal Pradesh se instaló una casilla para que 1 persona pudiera votar. En varios países esto puede parecer excesivo, sin embargo, la India por la variedad de climas que tiene y la lejanía de las poblaciones garantiza que la población pueda ejercer su voto.
Por último, en el cronograma publicado por el órgano electoral indio se exhibió las siete fases del proceso electoral que culminó el 1 de junio, en la que se realizó la última fase. Finalmente el martes 4 de junio se dieron los resultados.
El voto electrónico
La urna electrónica en este país data de 1998 cuando comenzaron a realizarse las primeras pruebas piloto y fue en 2004 cuando finalmente el modelo automatizado reemplazó la votación en papel en su totalidad. La razón del cambio fue que diversas comunidades no están conectadas y por la variedad de climas la urna electrónica es más resistente. La urna india ha sufrido diversos cambios y consta de 3 elementos:
La unidad de control que permite al funcionario electoral liberar el voto, esta permanece con el presidente de la mesa electoral y se habilita cuando el elector ingresa a la cabina de votación. La unidad tiene forma de un rectángulo, encargándose de almacenar toda la información hasta que la jornada culmina.
El tablero de voto permite al elector sufragar. En él se muestran los nombres de las candidaturas, de los partidos y de sus emblemas junto a un botón que el votante aprieta en secreto. La razón de que estén los símbolos del partido es porque la mayoría de la gente es analfabeta y por ende sino saben leer o escribir, pueden seleccionar el emblema de su preferencia.
La impresora del voto electrónico: se implementó para dar la seguridad a la gente de por quien estaba votando. Después de votar, la papeleta se muestra por un breve lapso de tiempo. Esto con el objetivo de que el elector pueda constatar su voto. Luego el ticket es depositado automáticamente en la urna por si es necesario hacer un recuento.
La violencia electoral
En el mundo las elecciones han ido perdiendo su capacidad para dirimir conflictos por la vía pacífica, debido a la incidencia los discursos agresivos. La India es muestra de ello. El primer ministro Narendra Modi y su partido, el Bharatiya Janata Party (BJP), han utilizado el discurso antimusulmán para ganar adeptos hindúes.
La división religiosa ha marcado este proceso electoral. El proyecto de Modi es construir una democracia confesional, entendida como un sistema donde la religión predomina sobre las libertades civiles. El país asiático desde su fundación está sustentado en un sistema de castas, lo cual ha construido barreras sociales que limitan la movilidad.
Empero, Modi ha exacerbado la división política debido a su retórica nacionalista en la cual propone una India para los hindúes, algo así como el «América para los americanos» de Trump. El premier se ha convertido en la piedra angular del sistema político, el cual cada vez se aleja más de una democracia con tintes parlamentarios y se está vistiendo con ropajes autocráticos, lo que ha conllevado que Modi se convierta en el hombre fuerte de la India.
Además, el primer ministro enciende los ánimos contra Pakistán, otro paralelismo con la retórica de Donald Trump contra la migración. Desde que la India se independizó del dominio británico, entonces su territorio se dividió entre la naciente nación y el protectorado de Pakistán. Históricamente, los indios han reclamado que ese territorio les pertenece, este aspecto es controversial porque apela a un nacionalismo radical y agresivo contra Pakistán.
Es una técnica que hemos visto en Occidente, por ejemplo, Trump y la migración latinoamericana; Marine Le Pen y las oleadas de población africana; o Viktor Orbán y los migrantes del Mediterráneo. En Asia, este tipo de candidaturas también ha adoptado banderas polarizadoras, pero es a través de la religión y del nacionalismo indio como se busca ganar estas elecciones.
Financiamiento para partidos
Hasta antes de 2024, el sistema de financiamiento para los partidos políticos en la India tenía tintes similares al de Estados Unidos, es decir, se permitía que empresas y donadores anónimos pudieran aportar sin un límite. Empero, esto se terminó el 15 de febrero cuando el Tribunal Supremo de la India determinó que no es posible que empresarios donen a los partidos ya que esto genera inequidad en la contienda.
La Corte Suprema, declaró la inconstitucionalidad del sistema y ordenó a la Comisión Electoral que hiciera públicos los nombres de aquellos que han realizado donaciones en los últimos cinco años antes del 13 de marzo. Al revelar los nombres, se encontró que el 48% del financiamiento para el partido BJP, al que pertenece Narendra Modi, provino de sociedades anónimas.
Entre los donantes, se encontró que Future Gaming and Hotel Services ha sido el mayor donante, seguido de empresas mineras Vedanta Limited, Rungta Sons Private Limited, Jindal Steel and Power, Essel Mining and Industries Limited y Dempo. La formación liderada por Modi juntó 120 mil millones de rupias. El segundo partido que recibió mayor dinero fue un partido de Bengala Occidental recibió 16 mil millones de rupias; por el lado de la oposición el Congreso Nacional Indio recaudó 14 mil millones de rupias.
Modi pierde la mayoría y Gandhi se fortalece
El partido de Narendra Modi, de acuerdo a diversas encuestas, se convertiría en el favorito para ganar las elecciones y construir por sí solo un gobierno. Las casas erraron en sus pronósticos. De acuerdo a la Comisión Electoral de la India, el BJP solo obtuvo 240 escaños. Necesitaba 272 asientos para conformar una mayoría por sí solo. Ahora, el panorama que se vislumbra es que se tejerán alianzas con los antiguos partidos aliados para mantener a Modi en el gobierno. Estas formaciones obtuvieron en su conjunto 52 escaños, al sumarlos con los conseguidos por el BJP tendrían 290 escaños.
Por el lado de la oposición, el partido del Congreso Nacional Indio (INC) encabezado por Rahul Gandhi logró 235 asientos, tan solo 5 menos que el oficialismo. Esto habla de una elección polarizada que demostró que mucha gente no está de acuerdo por el rumbo que está tomando el país.
Gandhi ha sido uno de los principales perseguidos por el gobierno de Modi. Las críticas sobre él versan porque los integrantes del BJP lo han llamado «el príncipe», debido a que es descendiente de Jawaharlal Nehru y Indira Gandhi. No obstante, la oposición no podrá formar gobierno, pero tendrá una presencia fuerte en el Parlamento (Lok Sabha) y seguramente dificultará el proyecto de Narendra Modi. Sin duda estaremos presenciando un reacomodo de diversas fuerzas políticas en el país: el Congreso era el principal partido de la India, pero en 2014 el BJP se volvió la principal fuerza y ahora ha perdido cierta presencia.
La enseñanza de estos comicios muestra que no hay gobernantes invencibles, sino que las elecciones son el vehículo necesario para cambiar el rumbo de una nación, sobre todo para los líderes ultranacionalistas como Narendra Modi. Una victoria ajustada representa un contrapeso a su proyecto autoritario de la India, principalmente en el ámbito de eliminar la laicidad e imponer el hinduísmo como religión oficial y motor del autoritarismo indio.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
Aquellos interesados que cuenten con una perspectiva politológica o sociológica y quieran colaborar en esta newsletter con la publicación de artículos relacionados con la actualidad política, pueden ponerse en contacto con nuestro equipo: politicxcontacto@gmail.com.
Gracias por leer En Disputa. Si te gusta la newsletter, haga clic a continuación para unirte al grupo de suscriptores de pago. De esta forma, permites la sustentabilidad y la mejora de nuestra página web.
"La Corte Suprema, declaró la inconstitucionalidad del sistema y ordenó a la Comisión Electoral que hiciera públicos los nombres de aquellos que han realizado donaciones en los últimos cinco años antes del 13 de marzo. Al revelar los nombres, se encontró que el 48% del financiamiento para el partido BJP, al que pertenece Narendra Modi, provino de sociedades anónimas."
Vaya con la Corte Suprema. Desafía al poder establecido, a los millonarios, e incluso ordena publicar con efectos retroactivos. Eso lo hacen pocas instancias judiciales superiores en el mundo, desde luego.