Una mirada a la evolución política en el año 2022 a través de datos de encuesta
Analizamos cómo ha variado la situación de los principales partidos políticos en el tablero electoral a través de los datos de los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas.
Este sábado 7 de enero se cumplieron exactamente 3 años de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del primer Gobierno de coalición de la historia democrática española. Entramos en el último año de legislatura con la vista puesta en diciembre, fecha límite para la convocatoria de elecciones generales, pero con una primera e importantísima meta volante como lo serán los comicios municipales y autonómicos que se celebrarán el cada vez más próximo domingo 28 de mayo, los cuales pueden cambiar absolutamente todo el panorama, y no solo el político, también el demoscópico. Hoy analizamos la evolución de la competición política durante el año 2022 que acaba de terminar a través de datos de encuesta, centrándonos en observar cómo ha variado la situación de los principales partidos políticos en el tablero electoral a través de los diferentes datos que nos aportan los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Atendiendo a la evolución del promedio de encuestas que vemos en el Gráfico 1 recordamos cómo comenzábamos el año pasado con la caída del PP del liderazgo demoscópico que había logrado alcanzar tras las elecciones autonómicas madrileñas en mayo del 2021. El PSOE volvía a recuperar la primera plaza en intención de voto y los populares sufrieron una importante caída con su crisis de liderazgo en febrero, en la que Vox vivió un fulgurante ascenso hasta pisarles los talones. No obstante, tras la llegada de Feijóo el PP volvió al empate con el PSOE en las encuestas, viviendo una espectacular subida tras la histórica mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno en las elecciones andaluzas. El balance a final de año para Vox supone haber perdido posiciones situándose más o menos en el mismo resultado que obtuvieron en las elecciones del 10N de 2019. Mientras el espacio de Unidas Podemos se ha mantenido estable entorno al 10% de voto y Ciudadanos continúa poco a poco en su paulatina caída en intención de voto superando a duras penas el 2%.
Más allá de la evolución de las estimaciones electorales de voto que realizan las diferentes encuestadoras en nuestro país (cada año se hacen un mayor número y de manera más recurrente), es interesante fijarse en otro tipo de datos, tomaremos en este caso los que proporciona el CIS, que publica mensualmente un barómetro con estimación de voto para las elecciones generales. Además, en los últimos tiempos parecen haber adquirido un mayor interés mediático. Sin embargo, como norma general los análisis electorales que llevan a cabo los medios de comunicación se quedan en el mero dato de estimación de porcentaje de voto de los principales partidos (ni siquiera la intención directa de voto en bastantes casos) o como mucho la valoración media de los líderes políticos del conjunto de los encuestados. No obstante, los datos del CIS son mucho más amplios y ricos, lo que permite realizar un diagnóstico de la situación política más profundo, como el que vamos a llevar a cabo a continuación.
La valoración de los liderazgos políticos en el año 2022
En el Gráfico 1 puede observarse la evolución de las valoraciones de los principales líderes políticos nacionales tanto para el conjunto del electorado como por los votantes de cada formación (en función del recuerdo de voto para las elecciones generales del 10N de 2019). Lo que más llama la atención es el fulgurante crecimiento en la valoración del líder del Partido Popular una vez Alberto Núñez Feijóo sucedió a Pablo Casado, aunque en los últimos meses había venido perdiendo posiciones (tendencia que ha frenado en el mes de diciembre cuando ha vuelto a superar en valoración a Pedro Sánchez).
Por electorados de cada partido vemos que, los votantes del PP, que en enero y febrero ni siquiera llegaban a dar un 5 a Casado como líder, han pasado a valorar a Feijóo con medias mayores a 7. Para los votantes de Vox y Cs también se ha pasado de un claro suspenso en torno al 3 a rozar el 6. Si nos fijamos en los que declaran haber votado al PSOE, la valoración del nuevo líder del PP llegó al 5,11 sobre 10 en abril, una nota muy alta para el líder de la oposición por parte de los votantes del partido que lidera el gobierno. Eso sí, vemos cómo la valoración de Feijóo por el electorado socialista se ha ido deteriorando bastante en los últimos meses (también por parte del de Unidas Podemos) hasta el 3,61 del mes de noviembre, muy cercano al 3,34 que le daban a Pablo Casado en el mes de febrero (aunque en diciembre ha vuelto a crecer algo rompiendo esta tendencia).
Las valoraciones de Yolanda Díaz y Pedro Sánchez por parte de los votantes del PSOE y UP presentan unas fluctuaciones algo más estables. A Díaz el electorado morado la valora con notas superiores al 7 y cercanas al 8 incluso, mientras que los socialistas le otorgan valoraciones mayores de 6 (rozando el 7 en abril). Sánchez obtiene medias de los votantes del PSOE menores al 7 y notas entorno al 6 por parte del electorado de Unidas Podemos, llegando a bajar al 5,4 en junio. Inés Arrimadas es la única líder que ha llegado a ser suspendida por los votantes de su propio partido, únicamente logra un 5 raspado en junio, octubre y noviembre (solo supera el 5,5 en abril). Y Santiago Abascal solo es aprobado por los votantes de Vox.
La importancia de la fidelidad, las fugas y la indecisión de los votantes
El Gráfico 3 ilustra la evolución en el último año para cada uno de los principales partidos políticos españoles de su electorado en función de si se mantiene fiel al partido y declara que lo volverá a votar; si afirma que optará por votar en blanco, abstenerse o está indeciso (integrados en la categoría BAI), lo cual puede indicarnos que se está empezando a alejarse del partido por el que optó en las últimas elecciones; o directamente sostiene que votará por otro partido y representa una fuga para la formación por la que votó. Las fluctuaciones para los dos partidos de izquierdas son más o menos estables, al menos mucho más que para los de la derecha. Con la llegada del liderazgo de Feijóo vemos como aumenta la fidelidad entre los votantes del PP y se minimizan las fugas, lo contrario ocurre con el electorado de Vox. Lo más destacado es que 2 de cada 3 votantes de Ciudadanos son fugas, mientras que la fidelidad de su electorado no supera el 20%, antesala esto de su posible desaparición.
Pasando ya a fijarnos en las fugas concretas de cada partido y el destino de los trasvases de votantes, observamos en el Gráfico 4 cómo las fugas de Ciudadanos hacia el Partido Popular pasaron de ser de entorno al 20% de su electorado con Pablo Casado al 57,9% en julio tras la llegada de Feijóo y la mayoría absoluta lograda por el PP en Andalucía. Tras el incumplimiento de sus expectativas en estas elecciones también se aprecia un importante aumento de las fugas de Vox hacia el PP (pasan del 8,8% en enero al 28,2% en julio), aunque en los últimos meses ha sufrido notables fluctuaciones estando actualmente en el 16,5%. Al contrario, las fugas de votantes populares hacia el partido de Abascal también habían bajado desde la llegada de Feijóo. Se habían reducido a más de la mitad (del 13% en enero al 5% en octubre), aunque en sufrieron un pequeño repunte hasta el 7,6% en el barómetro de noviembre.
Más que las intrabloque, interesantes son las fugas extrabloques, en concreto las que se producen del PSOE hacia el PP. Estas a duras penas superaban el 2% bajo el liderazgo de Casado, pero escalaron hasta un relevante 8,7% en julio, pareciendo que el PP con Feijóo estaba consiguiendo romper con las barreras a las transferencias de votantes entre bloques ideológicos que se veían en los últimos años. No obstante, las fugas socialistas hacia el PP habían bajado en los últimos meses hasta el 4,6% en el mes de noviembre, lo que puede evidenciar que el efecto Feijóo (o luna de miel de su liderazgo) se va disipando. En todo caso, en diciembre las fugas del PSOE hacia los populares han vuelto a repuntar casi 2 puntos hasta el 6,5%.
Fidelidad, fugas hacia el PP e indecisión entre el electorado del PSOE
En el Gráfico 5 se muestra cómo en función de diversas variables la evolución de la fidelidad, las fugas y los votantes del PSOE que se sitúan en la categoría BAI presenta patrones distintivos respecto al conjunto del electorado socialista (total del recuerdo de voto para el PSOE en 2019, línea en color negro). De esta forma puede observarse que son los votantes socialistas que afirman tener poca o ninguna confianza en Sánchez los que menos fidelidad de voto al PSOE presentan (solo entre el 25 y 35%), mientras que son los que más se fugan hacia el PP (alcanzando el 20% en julio) y los que más se sitúan en las opciones que engloba la categoría BAI (blanco, abstención, indecisos o nulo). Por el contrario, el sector del electorado socialista que muestra un comportamiento más parecido al conjunto de los votantes del PSOE son los que se declaran como de clase media.
Lo que llama la atención es que, aunque los votantes del PSOE que valoran la situación económica de España como mala o muy mala tienen una menor fidelidad y se fugan más hacia el PP que el conjunto del electorado socialista, las fugas son menores que para los votantes del PSOE más moderados (los que se sitúan en el 5 en la escala ideológica), y sustancialmente más bajas que los que no confían en el presidente del Gobierno. Estos datos son realmente interesantes, ya que pueden estar diciéndonos que las fugas del PSOE al PP se pueden estar produciendo no tanto por una mala valoración del ámbito económico como sí por una percepción del electorado socialista más moderado de que su partido pueda estar yéndose a posturas menos centradas unido a una falta de confianza en su líder, Pedro Sánchez.
En el Gráfico 6 podemos ver representada por mapas la distribución territorial de la evolución tanto de la fidelidad de los votantes del PSOE como de las fugas hacia el PP o su indecisión por Comunidades Autónomas, pudiéndose apreciar dónde el PSOE presenta mayores debilidades de cara a retener a su electorado.
La valoración de la situación económica por el electorado
En el Gráfico 7 se observa cómo, por lo general, la valoración de la situación económica del país es mala o muy mala. Más de 2 de cada 3 encuestados, más del 70% valoran negativamente la situación española en materia económica por tan solo entorno al 20% que la valora como buena o muy buena. Por partidos vemos cómo en la derecha (PP, Vox y Cs) la práctica totalidad de sus votantes la valoran mal, pero en la izquierda las valoraciones negativas se dan en más de la mitad del electorado del PSOE y Unidas Podemos, en los que tan solo 1 de cada 3 votantes valora la situación económica de manera positiva. También se aprecia que desde el inicio de la guerra en Ucrania el pasado febrero son menos los votantes de UP y PSOE que en octubre valoran como buena o muy buena la situación económica española (–10,1 y –7,7 puntos respectivamente).
La escasa confianza en Pedro Sánchez como presidente del Gobierno
En lo que respecta a la confianza en Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, evolución que nos ilustra el Gráfico 8, se aprecia cómo dos tercios del conjunto del electorado confia poco o nada. Además, se visualiza una total desconfianza por los votantes de los partidos de derechas, mientras que para el PSOE y UP es mayoritaria la opción de mucha o bastante confianza (aunque entre el electorado morado ha llegado a ganar la desconfianza durante los meses de mayo-julio y hay casi una división total). No obstante, algo más de un tercio de los votantes socialistas afirman confiar poco o nada en Pedro Sánchez como jefe de gobierno.
La situación actual y el futuro próximo
Por último en este Gráfico 9 se muestra un Diagrama de Sankey o diagrama de flujos que ilustra cómo se encuentran actualmente (diciembre 2022) todas las combinaciones de las transferencias o fugas de votantes entre todos los principales partidos políticos a nivel nacional. Se aprecia así la especialmente grave situación que está viviendo Ciudadanos, su supervivencia como partido será una de las incógnitas que despejemos este año 2023 recién estrenado. También se observa cómo el PSOE tiene una nada desdeñable masa de votantes que afirman estar indecisos, que votarán en blanco o que se abstendrán en las próximas elecciones generales (el doble de los que directamente se fugan al PP que tampoco son excesivamente pocos). Sin duda, como comentábamos al principio del artículo este 2023 será demoscópica y electoralmente de lo más interesante, las elecciones generales que se tienen que celebrar a no más tardar a final de año (a estas alturas parece que Sánchez agotará sí o sí la legislatura) lo marcarán todo. Eso sí, no podemos perder de vista que a mitad de camino tenemos elecciones municipales y autonómicas en 12 comunidades, lo cual puede cambiarlo todo y decantar la balanza hacia un bloque u otro. ¿Logrará el PSOE aguantar o el PP recuperará numerosos territorios? Aun hay bastantes incógnitas, pero dependerá mucho en casi todos los sitios de quién se quede con la tercera plaza o quién queda fuera por la barrera electoral. Todo ello lo veremos en próximos análisis aquí en Politicx.
Concluyendo, vistos todos estos datos, se puede comprobar cómo el análisis de la evolución de la popularidad de los líderes o tendencias en el voto puede ser muchísimo más profundo si atendemos y trabajamos con los microdatos que nos proporciona el CIS (una herramiénta valiosísima para el análisis político y electoral) y no nos detenemos solo en el mero dato de estimación mensual de porcentaje de voto o la nota media de los líderes como hacen la práctica totalidad de los medios de comunicación. Trabajando los datos puede lograrse un diagnóstico de la situación mucho más rico (todos los gráficos son de elaboración propia a partir de los barómetros del CIS).
Podéis profundizar mes a mes en datos y gráficos de los análisis que publicamos en Politix de los barómetros del CIS cada vez que se publican. Aquí tenéis el último realizado correspondiente al sondeo del mes de diciembre:
También podéis seguirme en Twitter (@Imbuluzqueta_) para más análisis.