Los recientes escándalos en España, como el «caso Koldo» o las acusaciones contra Díaz Ayuso, han puesto de manifiesto la importancia de una comunicación efectiva en la gestión de crisis.
Muy interesante. Tengo una pregunta (retórica): ¿Por qué los mensajes de corrupción calan más fuerte cuando el protagonista/infractor está en las filas de la izquierda y los votantes de derecha parecen insensible a los escándalos de los suyos? ¿Hay una filiación emocional tan grande que produce semejante sesgo interpretativo? Gracias
La mentira o el sentido del engaño es más fuerte en los votantes de izquierda por esa filiación emocional. A parte, el perdón o el olvido también es menor en dichos votantes, por lo que se produce una abstención en las urnas.
También, ganar el relato de la opinión pública o tener una buena reputación entre tus votantes puede minimizar los daños.
Espero haberle respondido a su cuestión y que le haya gustado el artículo :)
Muy interesante. Tengo una pregunta (retórica): ¿Por qué los mensajes de corrupción calan más fuerte cuando el protagonista/infractor está en las filas de la izquierda y los votantes de derecha parecen insensible a los escándalos de los suyos? ¿Hay una filiación emocional tan grande que produce semejante sesgo interpretativo? Gracias
Yo también lo he notado. Ejemplo, el de UK ahora.
La mentira o el sentido del engaño es más fuerte en los votantes de izquierda por esa filiación emocional. A parte, el perdón o el olvido también es menor en dichos votantes, por lo que se produce una abstención en las urnas.
También, ganar el relato de la opinión pública o tener una buena reputación entre tus votantes puede minimizar los daños.
Espero haberle respondido a su cuestión y que le haya gustado el artículo :)
Y las mentiras? Véase Trump.