De la indignación al desinterés: cómo la corrupción perdió peso en España
La corrupción, aunque menos presente en las preocupaciones actuales, sigue siendo una asignatura pendiente en España.
¿Nos preocupa realmente la corrupción? Si en 2018 la mitad de los españoles la consideraba uno de los problemas más significativos del país, hoy esa cifra ha caído al 6%. Los recientes casos relacionados con Koldo García, Víctor de Aldama, Begoña Gómez y José Luis Ábalos han reabierto el debate, pero no parecen haber avivado la misma indignación social vivida durante la anterior década. ¿Qué ha hecho que la corrupción pase de ser un tema central a ocupar un papel secundario en la agenda pública?
Pedro Sánchez frente al mito fundacional
La década pasada estuvo marcada por la crisis económica, un profundo descontento social y una serie de escándalos de corrupción que golpearon especialmente al PP, con casos que resonaron ampliamente como Gürtel, Púnica, Lezo o Bárcenas. Este contexto, junto con la irrupción de nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos, convirtió la corrupción en símbolo del agotamiento de la vieja política y el rechazo a las élites tradicionales.
En 2018, la preocupación por la corrupción se convirtió en el principal problema para la mitad de los españoles. En este panorama, Pedro Sánchez aprovechó la indignación para articular la moción de censura contra Mariano Rajoy, utilizando la corrupción del PP como argumento central. Sánchez se consolidó así como el líder que, desde una narrativa de regeneración ética, devolvía dignidad a la política frente a los abusos del sistema.
Sin embargo, los recientes casos que salpican al entorno del PSOE, como los de Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, señalado por presuntamente recibir comisiones ilegales en contratos públicos; el propio José Luis Ábalos, implicado en las mismas acusaciones aunque sin pruebas concluyentes por el momento; y Begoña Gómez, investigada por presuntas irregularidades en su actividad profesional, desafían el discurso fundacional de la era Sánchez en torno a la regeneración ética. Estos procesos judiciales, aún en curso, podrían ganar peso mediático en los próximos meses, pero, de momento, la preocupación por la corrupción parece mantenerse al margen de las inquietudes de los españoles, ya que solo el 7% la considera uno de los principales problemas del país. ¿Por qué?
Por qué la corrupción ha perdido peso: contexto, discurso y percepción
Contexto:
Aunque las informaciones actuales son graves, no alcanzan la magnitud de los escándalos de la década pasada. Durante los años del auge económico y urbanístico, especialmente en los 2000 y principios de la década de 2010, el crecimiento descontrolado y la falta de controles efectivos favorecieron un escenario en el que proliferaron adjudicaciones irregulares, sobornos y redes clientelares.
Esto generó un gran clima de rechazo e indignación. La corrupción se convirtió entonces en un símbolo del desgaste de la vieja política, lo que culminó con masivas protestas como la del 15M y en la irrupción de nuevos partidos políticos como Podemos y Ciudadanos, que centraron su discurso en la regeneración democrática y la lucha contra estas prácticas.
En comparación, los casos actuales se dan en un contexto muy distinto. Aunque graves, no muestran aún la misma dimensión sistémica ni el alcance mediático de aquellos años.
Discurso:
Al PP, como principal partido de la oposición, le resulta especialmente relevante y necesario establecer un discurso sólido y creíble contra la corrupción. Sin embargo, el peso de los múltiples escándalos que marcaron su pasado pueden ser un obstáculo. Durante la moción de censura de 2018, la corrupción preocupaba al 45% de sus propios votantes, mientras que hoy esa cifra ha caído al 6%.
En este contexto, Vox ha sabido aprovechar su papel como partido outsider, sin un historial significativo de corrupción. Esta posición le otorga una ventaja estratégica para lanzar un discurso más contundente y creíble contra las prácticas irregulares y los escándalos que afectan a los partidos tradicionales.
Percepción:
La percepción de la corrupción está influenciada por sesgos ideológicos, que amortiguan la crítica cuando las acusaciones afectan al propio bloque político. Antes de la moción de censura de 2018, cuando los casos golpeaban al PP, los votantes del PSOE y de la izquierda alternativa lideraban la preocupación (57% en UP y 49% en el PSOE). Hoy, pese a los casos que salpican al PSOE, esa inquietud ha caído notablemente.
Esto se debe a que los votantes tienden a relativizar la gravedad de las acusaciones cuando afectan a «los suyos», ya sea interpretándolas como ataques políticos de la oposición o comparándolas con escándalos de mayor envergadura del pasado. Además, según el último barómetro del CIS, las principales preocupaciones de los españoles se concentran en otros temas: los problemas políticos generales, la vivienda, la crisis económica/los problemas de índole económica, el paro y la inmigración.
La asignatura pendiente de España
Más allá de si la corrupción es percibida como un problema prioritario o no, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra democracia. España, con 60 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de Transparencia Internacional, está por detrás de la media europea y muy alejada de países como Dinamarca (90), Finlandia (87) o Suecia (82), líderes en transparencia y buen funcionamiento institucional.
Si comparamos con 2012, países como Italia, Grecia o Estonia, que partían de niveles muy bajos, han logrado avances significativos. En cambio, España ha seguido una tendencia opuesta, retrocediendo 5 puntos en la última década.
Este estancamiento refleja problemas estructurales como la lentitud del sistema judicial, que retrasa la resolución de casos y genera desconfianza, así como déficits en la rendición de cuentas y la falta de consensos políticos para implementar reformas efectivas. La corrupción, más allá de su percepción pública actual, sigue siendo una amenaza que erosiona la confianza en las instituciones y limita la calidad de nuestra democracia.
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