Ecuador: los presidentes del TikTok
Lasso y Noboa adoptaron una nueva forma de comunicar: TikTok. Las redes han cambiado el paradigma de la comunicación gubernamental. Dos ejecutivos, una plataforma para conectar con un país.
Actualmente vivimos en la era de la información, la interconexión del mundo mediante Internet y las redes sociales han abierto la puerta para que la gente tenga a un clic o con un deslizamiento de pantalla una cantidad de datos enorme. Lamentablemente, esto no ha significado que haya niveles más altos de personas informadas, sino que se consume mayor información pero esta no es cotejada, discriminada o ponderada.
Mandatarios y sus redes sociales
La facilidad con el que internet conecta personas de diversas partes del mundo ha obligado a que candidaturas, presidentes y políticos se sumen a estas redes para estar en contacto con sus electores. No ha sido una opción que puedan rechazar, puesto que si aspiran a competir y ganar el poder. Las redes sociales se han convertido en la nueva arena política y un canal que pretende dotar de gobernabilidad a las naciones.
Presidentes de todo el mundo, monarcas y primeros ministros han tenido que entrar al ciberespacio para hacer política. El caso más conocido es el del candidato y ex mandatario norteamericano Donald Trump quien gobernaba desde su teléfono: despedía funcionarios, hacía nombramientos, o anunciaba visitas de Estado. No obstante, no es el único caso, por ejemplo, la Familia Real Británica cuenta con su propio canal para hacer frente a la prensa, sin embargo, esto los ha hecho estar más expuestos a la opinión pública.
Incluso los líderes autoritarios de algunos países cuentan con perfiles en las redes sociales. Nicolás Maduro adoptó TikTok como la plataforma predilecta para limpiar su imagen y hacer propaganda. El autócrata venezolano promovía programas sociales, acciones de gobierno y parte de su vida diaria con el objetivo de ganar adeptos para las pasadas elecciones del 28 de julio pasado. Tras los polémicos resultados, las redes se volvieron en su contra, por lo que Maduro terminó declarando la guerra y cerrando la plataforma.
A pesar de eso, estos casos como los de otros mandatarios no tienen comparación con los del expresidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, y su sucesor, Daniel Noboa. Ambos se han convertido en un caso de estudio sobre cómo los políticos han abordado el ciberespacio y, tras ganar el poder, cómo mantener la comunicación gubernamental. Cabe destacar que ellos nunca abandonaron los medios de comunicación tradicional, sino que solo extendieron sus canales.
Guillermo Lasso: el banquero del TikTok
Guillermo Lasso se hizo conocido por haber competido tres veces por la presidencia de Ecuador, perdiendo frente a Rafael Correa. Durante la segunda vuelta de 2021, optó por utilizar TikTok y realizar un cambio en su equipo de asesores al contratar Gabriel González y Juan Mateo Zúñiga, expertos en redes de la organización Crudo Ecuador, quienes venían de usar dicha red social como eje de la exitosa campaña digital de Xavier Hervas que había terminado cuarto en la carrera con el 15,78% de los votos. El objetivo era posicionar su imagen ante un electorado juvenil que no consumía medios tradicionales, pero que centraba su atención en TikTok.
Lasso basó su estrategia en mensajes concisos con sus planteamientos de campaña como la seguridad, medio ambiente, crecimiento económico y programas sociales. Posicionarse frente a un público nuevo podría hacer la diferencia al momento de sufragar, sobre todo, en un contexto pandémico en el que los eventos públicos y multitudinarios fueron limitados por las restricciones sanitarias, lo cual influyó en la adopción de nuevas arenas políticas a través del ciberespacio.
Esto impulsó su campaña en el ballotage, derrotando al correísmo al obtener el 52,5% de los votos. TikTok fue una plataforma que fungió como un canal para difundir su imagen y la agenda de gobierno. Sus posts iban desde la operación que sufrió en la rodilla, la respuesta a preguntas de la ciudadanía hasta videos cortos en los que explicaba los principales temas de economía, seguridad y educación. Empero, derivado de la crisis de 2023 en la que se le señalaba por presunta corrupción, las redes sociales jugaron en su contra.
Los cuestionamientos sobre su papel en la operación El Gran Padrino, en el cual presuntamente recibió dinero ilegal para financiar su campaña a la presidencia. Esto generó que la oposición lo cuestionara en las redes sociales, haciendo que su imagen se viera debilitada. Mientras que en el mundo terrenal, los opositores exigían su renuncia. Finalmente, Lasso optó por la muerte cruzada, es decir, la disolución del Parlamento, pero esto también significaba el fin de su mandato y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Daniel Noboa: el influencer que habita el Palacio de Carondelet
Daniel Noboa, por su parte, llegó a la presidencia del Ecuador tras ganar las elecciones anticipadas para concluir el mandato de su antecesor, Guillermo Lasso. La comunicación política implementada por el nuevo presidente tuvo un mayor impacto desde que asumió el poder. Su estrategia ha consistido en publicar videos con los trends del momento y con ello difundir su agenda de gobierno.
La razón por la que el presidente ha utilizado este medio para comunicar se debe a la inmediatez para controlar los cuestionamientos del correísmo. Principalmente en materia de seguridad y economía, la izquierda ha sido muy crítica con Noboa acusándolo de solo promocionar su imagen y hacer videos. No obstante, esto deja al descubierto la brecha generacional entre perfiles más tradicionales acostumbrados a los canales formales frente al ascenso de nuevos políticos que se desenvuelven en las redes sociales.
Noboa ha dejado ver que su juventud no es un elemento que pueda limitar sus capacidades para gobernar y comunicar, al contrario, la ciudadanía lo ha concebido como un político fresco, sobre todo a inicios de su mandato. En ese tener, sus seguidores lo ven como un personaje que está enterado de los temas que aquejan al país. De igual modo, también comparte fragmentos de su vida privada como la convivencia con su esposa, su rutina de ejercicio o gustos musicales.
Las redes sociales han cambiado el panorama político y la disputa por el poder se ha trasladado al plano cibernético. Esto no quiere decir que el terreno tradicional se haya descuidado, sino que existe una nueva arena que está siendo aprovechada por los diversos actores. Lasso y Noboa han sido pioneros en dicho apartado y han entendido la importancia de conectar no solo por los medios tradicionales, sino también con otros públicos que pueden convertirse en una base electoral.
Con todo, al igual que Lasso vio en un momento que las redes se le volvieron en su contra, Noboa también corre este peligro de la sobreexposición sobre todo porque el ejecutivo buscará la reelección en 2025 para continuar con su proyecto político. Una constante exposición a las redes sociales también podría resultar en arma para mermar su imagen y el correísmo seguramente la utilizará para fortalecer su candidatura, que será nuevamente encabezada por Luisa González.
A esto se suma que el inquilino de Carondelet ha visto caer su popularidad, como lo muestra el barómetro del mes de julio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Noboa debe esto a los altos índices que el país ha mostrado en tema de inseguridad. Desde su llegada a la presidencia, los grupos criminales han radicalizado sus posturas y han asaltado canales de televisión, tomado universidades y han sumido al Ecuador en el temor. En tanto, el mandatario ha intentado copiar la política de mano dura del modelo de Bukele contra los criminales, construyendo megacárceles. La seguridad será una de las cartas que el ejecutivo jugará en aras de ganar la reelección en 2025. Para algunos exalcaldes como Francisco Moncayo de Quito, Noboa tiene puntos a su favor en el tema securitario.
Otra cuestión problemática es la disputa que mantiene el presidente con su vicepresidenta, Verónica Abad, por presunta violencia política de género. Tales conflictos datan desde que el nuevo gobierno asumió la presidencia. Al llegar a Carondelet, Noboa la designó embajadora en Israel. Su compañera de fórmula presentó denunció al ejecutivo ante el Tribunal Contencioso Electoral, cuya audiencia se producirá el próximo 12 de septiembre.
La lectura política que se ha dado es que Noboa no quiere que Abad asuma funciones ejecutivas, puesto que el primero deberá pedir licencia para hacer campaña. Este conflicto sin duda podría ser contraproducente para el aspirante a la reelección. De continuar por este camino el tablero electoral podría jugar en su contra y mermar sus aspiraciones, sobre todo porque en época electoral estos temas toman mayor fuerza.
En conclusión, la realidad conjugada con las redes sociales en un ambiente preelectoral podría dificultar las aspiraciones de Noboa y jugar en su contra. Haciendo hincapié en que es un mandatario que se mantiene activo en las redes sociales, donde la crítica es inmensa y no puede ser controlada. Asimismo, la baja en su popularidad y los problemas con la vicepresidenta desgastarían su imagen y en términos pugilísticos lo pondrían contra las cuerdas.
Firma invitada - Sebastián Godínez Rivera es politólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabaja como analista en un Think Tank y es columnista en Latinoamérica 21.
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